La economía argentina creció 3% el año pasado, indicó el ministro de Economía, Axel Kicillof, por lo que el país no pagará unos u$s3.500 millones de deuda atada al desempeño del Producto Interno Bruto que el mercado había descontado con los datos preliminares que el Indec había comunicado en febrero. Los cálculos privados habían arrojado un incremento de 2,9 por ciento, con una banda de 1,9% para el Estudio Arriazu y en torno a 3,2% que midieron Econométrica, el IAE, y otras consultoras.
El ente oficial de estadísticas aclaró que cambió el año base de cáclulo de precios de 1993 a los de 2004 para el cálculo del desempeño de la tercera economía latinoamericana en el 2013.
Kicillof dijo que "recién en septiembre de 2014 se conocerá el crecimiento definitivo del PBI del 2014 que dará a conocer el Indec y se modifican todos los valores de la serie a precios de 1993 desde el 2005 en adelante".
La estimación de ahora es preliminar, luego habrá una provisoria para el segundo trimestre y la definitiva será para el cierre de los datos a septiembre, porque incluirán los últimos ajustes para saber si se paga el cupón PBI, esto es, si supera el umbral de 3,25 por ciento.
El dato definitivo se conocerá en noviembre, cuando se publique la última actualización
Con el anterior parámetro, el Gobierno esperaba que el PBI creciera 5,1% el año pasado, y hasta febrero había estimado una suba de 4,9%, por lo cual hubiera estado obligado a pagar a fin de año unos u$s3.500 millones de estos bonos.
El cupón atado al PBI es una opción, que en vez de pagar una tasa preestablecida abona una renta anual en función de la evolución de la economía y sólo cancela si el repunte real del PBI supera un "nivel base", que para 2013 fue del 3,26% y para 2014, de 3,22 por ciento.
Meta optimista para este año
Para 2014, el Presupuesto estimó una expansión del PBI del 6,2 por ciento. No obstante, los analistas privados esperan este año que el aumento de la tasa de cambio tenga un impacto favorable para los sectores exportadores, aunque por efecto de la suba de las tasas de interés sobre la demanda interna, las previsiones globales indican una fuerte desaceleración de la actividad económica y menor crecimiento que en 2013.