La expectativa sobre un recorte en los subsidios creció durante 2014, y finalmente el gobierno nacional anunció una "reducción y reasignación" de esta ayuda económica en dos servicios: el gas y el agua. Esta quita dirigida a usuarios particulares y comercios del país tiene como excepción a las industrias. Esto significa que la reducción no llegará a las empresas.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, explicó por qué la medida anunciada no afectará a las industrias. "El propósito es seguir utilizando los subsidios como un resorte a la competitividad y a la producción", aseguró el funcionario en una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda. Y volvió a repetir: "La industria va a mantener los subsidios en la situación en la que se encuentran ahora". Esta excepción se da en un marco de enfriamiento de la economía.
Por un momento, la política de Precios Cuidados estuvo presente en el anuncio, porque el ministro dijo que va a revisar "caso por caso" si las empresas aumentan mucho los precios. "No sea cosa que haya aumentos desmedidos de precios, perderán el subsidio", amenazó. El ministro de Planficicación, Julio de Vido, también participó de la conferencia y repitió que los subsidios al gas y a la luz continuarán para las industrias.
Al anunciar la puesta en marcha de un "Programa de Reasignación de Subsidios y Consumo Responsable", Kicillof repasó los últimos 10 años del gobierno y la aplicación de esta ayuda económica desde 2003. "El costo que pagan las industrias por la luz, el gas y el agua constituyen un elemento en su estructura de insumos, de manera tal que a través de la generación de una tarifa inferior al costo que cuesta proveer el servicio, la diferencia es lo que llamamos subsidio", explicó el ministro.
"¿Por qué se le cobra menos a usuarios industriales? Desde 2003, tenemos un modelo de crecimiento, de fomento de la producción y del empleo, y la reducción de estos costos es un incentivo a la productividad", agregó Kicillof. También dijo que esta política que se aplicó en la última década apunta a un "crecimiento con inversión social", y no sólo se beneficia quien recibe el subsidio, sino también "la economía en su totalidad". Como el Gobierno declaró que las tarifas del servicio público no se cobran en su costo íntegro, la economía argentina pudo crecer de manera "más holgada".
Además de las empresas, hay un grupo de personas que seguirán recibiendo los subsidios como en la actualidad. El beneficio se mantendrá para quienes reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH); los que sufren enfermedades crónicas o que tienen capacidades diferentes; trabajadores que perciben alguna asignación familiar porque su sueldo es menor a $5200 y familias con multiplicidad de hogar en una misma vivienda; los exentos del pago de ABL; entre otras.
La quita con distribución está orientada a reasignar recursos a la AUH y al Plan Progresar, pero en primer orden el ministro se refirió a "cubrir gastos de distribuidoras y transportadoras".