Desde el inicio de 2014, con el debut del Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano, el Indec dejó de calcular los valores de las canastas básicas de alimentos y la total con el agregado de los servicios esenciales, los cuales hasta diciembre de 2013 se ubican en un cuarto del nivel estimado por el Estudio Graciela Bevacqua.
De ahí que sólo queda como base de comparación la variación del IPC Un, la cual en febrero fue 3,4%, revelando una de las primeras enseñanzas del estudio de la economía: la inflación afecta más a los sectores de menores ingresos.
"Los aumentos en alimentos y bebidas continuaron siendo muy significativos durante febrero, acordes a la aceleración observada en el último trimestre del año. Entre octubre de 2013 y febrero de 2014, los productos que integran la CBA tuvieron incrementos del orden del 32%, afectando a los sectores más vulnerables", índice la consultora. De este modo, en los pasados doce meses acumuló alzas de 52% en los umbrales de indigencia y pobreza.
Según los datos de Distribución del Ingreso que difundió ayer el Indec para el último trimestre de 2013 y los parámetros de la CBA y CBT del estudio privado, más de 1 de cada 5 hogares se encontraba en estado de indigencia y más de la mitad de las familias reunían ingresos inferiores al umbral de pobreza.
Esas proporciones resultan varias veces superiores a las que registraba el Indec hasta el tercer trimestre de 2013, aunque ahora está en proceso de revisión a partir de la nueva estructura de gasto de los hogares que el Indec utiliza para calcular la tasa de inflación.
Por Daniel Sticco dsticco@infobae.com