La descripción del ministro de Transporte de Malasia en la conferencia de este martes fue clara: "No estamos buscando una aguja en un pajar, sino que aun estamos tratando de definir dónde está el pajar". Así de complicado y amplio es el rastreo de los desechos del vuelo de Malaysia Airlines que desapareció el 8 de marzo.
La fecha cobra particular importancia cuando se trata de recuperar la caja negra, clave para dilucidar la mayor incógnita de la tragedia: ¿qué llevó al Boeing 777 a estrellarse en el mar en una ruta totalmente opuesta a la que debía seguir rumbo a Pekín?
Es que la caja negra, que en realidad es naranja y se denomina oficialmente 'grabadora de vuelo' (Flight Recorder), tiene una batería cuya autonomía es de 30 días. Hay aparatos nuevos y otros que se han renovado para sumarle energía a 90 días. Pero el del vuelo desaparecido seguía con el dispositivo antiguo.
Es decir, que a los investigadores les quedan unos 14 días para hallarla. No por ello abandonarán el rastreo -en el caso del siniestro de AirFrance de 2009, la grabadora se recuperó en 2011-, pero los tiempos serán diferentes. Aquí, una lista de claves para entender qué posibilidades hay de dilucidar el misterio.
El esquema básico de cómo funciona y está armada una caja negra (Fuente: BBC)
La caja graba el audio de las últimas dos horas
Mientras en el caso de Air France los diálogos de los pilotos proveyeron a los investigaron de los escalofriantes momentos finales del malogrado vuelo -algo previsible dado que se sabía que el avión había caído al mar-, aquí la situación tiene una incógnita extra: determinar por qué se desviaron tan radicalmente de la ruta establecida.
El problema es que se seguirá sin escuchar el audio de ese momento, ya que si el vuelo continuó en el aire hasta ochos horas después de la partida y el desvío se produjo apenas 60 minutos después de salir de Kuala Lumpur, los diálogos cruciales del MH370 ya no estarán disponibles.
Sin embargo, con los datos grabados se podría "reconstruir con precisión el patrón de vuelo", aseguró un ex piloto de Boeing 777, Steve Buzdygan, a la BBC.
Su batería tiene corta vida
Cuando la caja negra se sumerge en el agua, activa un ping o señal de audio que puede ser captado por un micrófono ultrasensible. Pero el vocero de Honeywell, la empresa proveedora de la grabadora del MH370, Steve Brecken, señala que este ping solamente dura un mes activo, ya que la batería se agota.
Aunque después de la tragedia de AirFrance las reglas indican que deben durar al menos 90 días, no todos los vuelos se adaptaron a la norma. Éste es el caso del MH370. Lo bueno es que a pesar de agotarse la batería, si los investigadores logran hallar la caja negra después -como ocurrió en Brasil-, las grabaciones aún estarán intactas.
La Armada norteamericana utiliza un localizador submarino para "escuchar" las señales de la caja negra
Un objeto pequeño -y naranja- en el fondo del mar
Los Flight recorder son tan pequeños que entrarían en una caja de zapatos. Se guardan en la parte de atrás de los aviones, porque se especula que la parte delantera quedará en peores condiciones en caso de una caída.
Si bien su color original era negro, para aumentar las posibilidades de localización se las comenzó a pintar de naranja fosforescente, de manera que respondan a la búsqueda por iluminación en la oscuridad, por ejemplo, del fondo del mar.
Buscando en los "Alpes" del Índico
La caja está hecha de aluminio y diseñada para soportar un impacto masivo. Esto significa que es pesada -unos 10 kilos- y que se hunde con rapidez. El Océano Índico tiene sectores muy profundos y la búsqueda se realiza en un área tan amplia que va desde los 1150 metros a los 7000. Es como buscar en los Alpes, pero debajo del agua. Por lo tanto, hay que considerar la posibilidad de utilizar sonares de detección magnética.
Las señales de la caja llegan a corta distancia
Honeywell explicó que la señal de la caja negra del MH370 tiene un alcance de unos 1500 metros. Esto significa que para captarla, el barco que tenga el rastreador tiene que pasar justo arriba del objeto. Se lo sumerge en el agua y se lo pasea a 1,5 nudos de velocidad.
En contra: cabe la posibilidad de que la caja negra -con sus diez kilos de peso- vaya quedando enterrada bajo el sedimento marino, reduciendo el alcance del ping. A favor: el audio se transmite mejor bajo el agua y el detector -el dispositivo con forma triangular que se ve en la foto- está equipado con una tecnología hidrofónica que aumenta su sensibilidad para la frecuencia en la que emite su alarma la caja, a 37,5 kHz (kiloHertz).
El ping no es la única esperanza: en el caso de AirFrance, fue un minisubmarino. Se espera ahora que varios países -incluidos China, Australia, los Estados Unidos y el Reino Unido- aporten esta tecnología militar capaz de detectar un ping a millas de distancia. De hecho, hay muchos ejércitos especulando a ver qué tipo de tecnología tiene Pekín disponible para estos casos.