"¿Están con la delegación de Massa? Es ingreso VIP, pasen por acá". No fue el ingreso a un restaurant. Un empleado del Departamento de Estado apenas permite que a la comitiva argentina se le pidan los respectivos pasaportes. El diputado nacional, Sergio Massa, sintió que las expectativas que estaban puestas sobre su encuentro eran distintas. Así, el candidato presidencial del Frente Renovador, subió hasta el quinto piso y mantuvo una serie de reuniones con funcionarios de primera línea del servicio de relaciones exteriores de la gestión de Barack Obama. Hoy, hará una exposición ante miembros del foro Inter-American Dialogue, una suerte de think tank que tiene como objetivo el diálogo sobre cooperación en políticas públicas, integrado por autoridades de más de 100 países. El ex intendente de Tigre será el único orador.
Ayer, Massa eligió sentarse entre el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado y el ex director de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Santiago Cantón. Del otro lado de la mesa se sentó Roberta Jacobson, secretaria del Departamento de Estado de los Estados Unidos para asuntos de Latinoamérica, junto a sus dos principales asesores. La reunión duró 45 minutos, diez minutos más de lo estipulado en la agenda. "¿Cómo se puede iluminar el futuro de la Argentina?", así rompió el hielo Jacobson, que según pudo reconstruir Infobae se mostró muy interesada en conocer aspectos más específicos en términos de cooperación bilateral. "Le planteamos la necesidad que se avance en la estrategia de un proyecto de país. Creemos que la Argentina tiene un nuevo rol en un nuevo acuerdo del Pacífico", le explicó Massa a Infobae. El diputado nacional sostuvo ante la funcionaria norteamericana que la transición en el 2015, sea cual sea el gobierno entrante, será con "gobernabilidad, tranquilidad y orden".
Luego de la reunión con Jacobson, el jefe del Frente Renovador se quedó en la sala para recibir a miembros de la DEA y a Luis Arreaga, encargado de la unidad anti narcotráfico del Departamento de Estado. "Coincidimos en que la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas debe ser en conjunto y que es fundamental encontrar un sistema efectivo de persecución a esos delitos con un trabajo articulado de las distintas fuerzas de seguridad", afirmó Massa.
La segunda reunión fue más informal y también duró poco más de 40 minutos. Los funcionarios de la DEA le manifestaron a la delegación argentina la preocupación por la "colaboración nula" que existe con el gobierno argentino, pero destacaron, por ejemplo, el diálogo que mantienen con el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, al que consideraron "una isla" dentro de la administración Obama. "Afirmaron que el principal problema de nuestro país entra en la fragilidad de las fronteras y coincidimos en la necesidad de potenciar un trabajo serio en inteligencia criminal", aclaró Massa.
Luego del paso por el Departamento de Estado, Massa, Redrado y Cantón almorzaron con el vicepresidente entrante y saliente del Banco Mundial. Redrado se fue antes, ya que fue recibido por Janet Yellen, jefa de la Reserva Federal. El frío en Washington se hace sentir de una manera brutal, pese a ya estar en los inicios de la primavera el pronóstico preveía para hoy nevadas leves y heladas. Massa armó su base en el hotel Willard Intercontinental y ayer por la tarde utilizó una parte alejada del lobby principal como centro de reuniones. Al cierre del día, encabezó una cena para su equipo de trabajo, en el Bar Milano, un tradicional restaurante italiano de la zona de Georgetown.
Mientras el grupo argentino cenaba, se recibió la confirmación de último momento para un encuentro esta tarde entre Massa y Ricardo Zuñiga, director de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos. Zuñiga fue invitado al encuentro con Jacobson, pero por problemas de agenda no pudo participar. Anoche, funcionarios del Departamento de Estado se comunicaron para concretar la reunión.
Hoy, cerca del mediodía, llegará a los Estados Unidos Malena Galmarini, su esposa, quien se quedará hasta el final de la semana. Luego de su exposición del mediodía, Massa mantendrá un almuerzo con especialistas en desarrollo, salud y educación. Al final del día se reunirá con diputados y senadores norteamericanos.
El ritmo de la capital de los Estados Unidos siempre sorprende: todo funciona en cámara lenta. Lejos de la locura porteña, el hombre de Tigre se mueve con soltura pero con calma. "Cuando juego de visitante, soy cuidadoso, nada de tirar caños", explicaba ayer Massa a sus asesores, usando una mirada futbolística mientras miraba novedades en los medios argentinos. "Yo vine como diputado nacional, no como candidato a presidente", repitió una y otra vez. Nadie le cree. Él tampoco.