Conflicto Ucrania- Rusia: ¿Guerra Fría o puja energética?

La anexión de Crimea marcó el momento más tenso entre Occidente y Moscú, desde la caída de la URSS. A pesar de las sanciones, especialistas coinciden en que Putin logrará elevar su cobertura de gas en Europa

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El mundo tiene los ojos puestos en Ucrania. El conflicto que mantiene el gobierno de Kiev con Rusia ha despertado la reacción de la comunidad internacional y ha dejado claramente delineadas las distintas posiciones de los actores externos. Pasaron dos semanas desde la invasión rusa en Crimea y las suspicacias sobre cuál es el objetivo que persigue Vladimir Putin siguen a flor de piel.

La disputa entre Occidente y Rusia por el conflicto interno de Ucrania hizo resurgir los ecos de la Guerra Fría. En esa línea, ¿se puede hablar de un retorno al mundo bipolar que se vivió 25 años atrás, o la ambición rusa responde más a una puja comercial?

Pedro Lylyk, presidente de la Representación Ucrania en Argentina, no duda: "Técnicamente estamos en una Guerra Fría". Incluso el representante argentino considera que "de haber un tiro", el enfrentamiento ucranio-ruso provocaría un nuevo conflicto internacional.

"Si comienza una guerra civil en Ucrania, y las diferentes potencias van a salir a inmiscuirse en esta guerra civil, como seguramente va a pasar, en defensa de los intereses de sus ciudadanos, es un conflicto que se sabe cuando comienza pero no cuando termina", explica a Infobae durante una exposición en la Embajada ucraniana.

"Técnicamente estamos en una Guerra Fría"

Cuando se hace un repaso histórico de la Guerra Fría, instantáneamente se viene a la mente una fotografía de aquel mundo dividido en dos, con Estados Unidos de un lado y la Unión Soviética del otro, como principales potencias.

Si bien el contexto y la realidad son diferentes, en los últimos años esa disposición no ha sufrido grandes variaciones. China siguió muy emparentado con las políticas de Rusia –un claro ejemplo fue la votación del sábado pasado en el Consejo de Seguridad por el referéndum en Crimea, donde el gigante asiático se abstuvo-, mientras que las potencias occidentales, como Francia y el Reino Unido, se han mantenido alineadas a Washington.

Desde la caída del muro de Berlín en 1989, Estados Unidos y Rusia han manifestado públicamente su intención de dejar atrás la rivalidad que los enfrentó durante más de 40 años. Sin embargo, haciendo un breve repaso de los últimos 20 años, cada crisis internacional ha expuesto que las profundas diferencias entre Washington y Moscú nunca quedaron enterradas. Ya sea el caso de Kosovo, Irak, Afganistán, Georgia o Siria, entre otros, ambas potencias volvieron a quedar tambaleando en un precario equilibrio.

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La intervención de Rusia a Crimea desató una fuerte reacción internacional

En un artículo publicado en The New York Times, especialistas en la materia consideran que no necesariamente se trate de una "nueva Guerra Fría", pero sí coinciden en que Putin rechaza el orden internacional establecido después del colapso de la Unión Soviética. En ese sentido, "él quiere volver a escribir la historia que surgió a finales de la Guerra Fría", considera Stephen J. Hadley, quien fue asesor de seguridad nacional del presidente George W. Bush.

Otro factor fundamental que señalan los expertos citados por el prestigioso periódico norteamericano es la cuestión ideológica. Lo que apuntan es que en la Guerra Fría hubo un marcado enfrentamiento entre las corrientes capitalistas y comunistas. En la actualidad Putin se convirtió en una de las cabezas del sentimiento anti-estadounidense. Sin embargo, sus raíces responden al nacionalismo ruso y no a una filosofía marxista. Además, geopolíticamente su atención se centra pura y exclusivamente en su región.

"No va a ser exactamente igual que la Guerra Fría porque no va a ser una lucha por el control del mundo. Pero va a ser algo así como Yugoslavia en una escala mucho mayor y más peligrosa ", analiza Michael Dobbs, un historiador de la Guerra Fría, quien como periodista cubría el fin de la Unión Soviética.

Por su parte, los análisis y consideraciones sobre el tenso presente entre Estados Unidos y Rusia, como consecuencia del conflicto ucraniano, presentan diversos matices. Respecto al preponderante papel que está jugando Putin en esta disputa, hay quienes en lugar de hablar de una Guerra Fría atribuyen las políticas adoptadas por el líder del Kremlin a cuestiones comerciales.

"Más que parecerse a la Guerra Fría yo creo que el mundo se desliza peligrosamente a 1913, un escenario donde el nacionalismo político y comercial no encuentra fuerza de contención y lleva a los países a pelear por los mercados, en este caso, energéticos", explica a Infobae Fernando Pedrosa, historiador argentino, quien considera que "los escenarios históricos son difíciles de repetir, aunque algunas características sean o parezcan iguales".

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Ucrania advirtió riesgo de guerra, tras la intervención rusa en Crimea

Otra corriente de analistas persiguen esa misma línea y consideran que la anexión de Crimea y la ciudad de Sebastopol a Rusia representará un mayor control en el suministro de gas y, a su vez, significará una mayor presencia en Medio Oriente, de acuerdo a lo consignado por CNN Expansión.

Cabe destacar que por la península de Crimea cruza una parte de los gasoductos más importantes de la petrolera estatal Gazprom, que conectan a países como Austria, Alemania, Francia, Italia, Hungría, Polonia, Rumania, Grecia, Turquía y Macedonia, entre otros. Esto le permite al Kremlin cubrir aproximadamente un 14% de las necesidades de gas natural de Europa.

Adolfo Laborde Carranco, internacionalista del Tecnológico de Monterrey, resaltó la importancia de la península al subrayar que "es un puerto que no sólo le da la salida al Mar Negro a Rusia, sino un control político y económico de la región y le permite tener presencia en Medio Oriente".

"Crimea le da a Rusia un control político y económico de la región"

"Esa zona del mundo está atravesada por oleoductos, reservas de gas y petróleo que hacen mas complicado el asunto", añade Pedrosa.

La ciudad portuaria de Sebastopol, en tanto, también es sumamente importante, ya que allí yace la flota rusa en el Mar Negro. De esa manera, Moscú cuenta con acceso marítimo más cercano a las costas de países miembros de la OTAN, como Turquía, Rumania y Bulgaria.

Tras la realización del referéndum en Crimea el pasado domingo, y la posterior promulgación de anexión de la península a Rusia, Estados Unidos anunció sanciones contra funcionarios rusos y ucranianos.

"Estamos sancionando a un número de individuos con recursos e influencias sustanciales", manifestó Barack Obama, luego de haber tomado la decisión. Asimismo, el presidente de los Estados Unidos reconoció que "tendrán un impacto significativo en Rusia pero también podrían perturbar a la economía mundial".

Sin embargo, según lo explicado por los especialistas en CNN Expansión, las sanciones impuestas por Estados Unidos y Occidente prácticamente no dañarán a los altos funcionarios del Kremlin, a las grandes compañías como la petrolera Gazprom y a las exportaciones.

A una semana de la anexión de Crimea a Rusia, Putin hizo resurgir el debate sobre un renacer de la Guerra Fría, con su intervención a la península ucraniana. A su vez, en tanto el presidente ruso sigue sumando mayor peso y poder en el plano internacional, Moscú saldrá altamente beneficiado por la expansión energética con la que contará.