Michelle Obama, de visita esta semana en China, defendió la importancia de los derechos de expresión y religión ante un grupo de alumnos en Pekín.
La primera dama de Estados Unidos, que viaja acompañada de sus hijas y su madre, llegó el jueves por la noche a la capital china, donde jugó al tenis de mesa con estudiantes y visitó la Ciudad Prohibida con su homóloga china, Peng Liyuan.
Este sábado, Michelle se aventuró en el terreno político, en un discurso en el Stanford Centre de la Universidad de Pekín, defendiendo una política de libertades, aunque sin mencionar a China.
"Creemos que expresarse libremente y profesar la religión que uno elige, así como tener un acceso abierto a la información son derechos universales, inherentes a cualquier persona de este mundo", dijo Michelle Obama a unos 200 estudiantes, muchos de ellos estadounidenses.
Ya el pasado diciembre, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, dijo a un grupo de empresarios norteamericanos en Pekín que China "será más fuerte, estable e innovadora si respeta los derechos humanos universales".
Michelle Obama habló ante un auditorio de alumnos internacionales