El historiador y escritor Felipe Pigna dialogó con InfobaeTV y, además de presentar su nueva publicación, Al gran pueblo argentino, salud, se refirió a la actual relación de los medios de comunicación con el Gobierno. "Si uno hiciera el relato actual sólo con los diarios Tiempo Argentino o con Página 12 o sólo con Clarín y La Nación, le estaría mintiendo al lector", explicó.
Dijo que "hay que hacer un mix" y un diario "punto medio". Destacó que es necesario "ver lo bueno y lo malo, y hoy se hace difícil". Afirmó que cada medio tiene tendencias, pero que "estamos perdiendo el punto de equilibrio". Insistió en la necesidad de que un historiador no se quede con la mirada de un único medio de comunicación, sino de todos.
Al ser preguntado sobre si se podría comparar la relación de este Gobierno con la que tuvo Juan Domingo Perón en su momento, Pigna fue enfático y dijo que "de ninguna manera fueron lo mismo". El historiador explicó que el ex presidente fue "un gran censor de medios". La relación de Perón con los medios fue muy mala y muy negativa. A La Prensa la expropió. La Nación sobrevivió por su propio peso económico y político. Hoy, en cambio, no hay censura en los medios; puede haber peleas, pero no hay censura", aclaró.
Pigna cree que el peronismo debe revisar su "pésima relación con los medios" y entender que es un error silenciarlos. Asimismo, explicó desde su óptica lo que es este movimiento político y dijo que es un "movimiento heterogéneo cuyo máximo líder dejó una puerta a todo el mundo para que se autodenominara peronista". "Que De Narváez se autodenomine peronista es muy curioso. Es muy confuso el peronismo. Es para gente paciente", agregó.
Sobre los diez años de gobierno kirchnerista, dijo que fue una década ganada y una década perdida. Sostuvo que hubo grandes avances pero también grandes errores en diferentes áreas como en Salud y Transporte. Dijo que el argentino siempre busca hacerse la víctima y que no tiene autocrítica. "Hay que revisar esto. Es una sociedad donde la ley es poco respetada. Poca tradición democrática. La historia no debe usarse para justificarse", dijo Pigna, quien agregó que "en un punto todos somos corresponsables" de lo que pasa.
Además de sus reflexiones sobre la actualidad, el historiador aprovechó también para presentar su nuevo libro, que recorre cinco siglos de historia a partir de nuestra bebida nacional: el vino. Pigna brindó algunos aspectos detallados en su libro y dijo, entra varias cosas, que José de San Martín era un gran fanático del vino. "Era lo que llamamos un winelover", explicó.
Dijo que el vino favorito de Perón era el Carcassonne y que Raúl Alfonsín era "un gran bebedor". Contó que Juan Manuel de Rosas también "era un hombre que tomaba" y sobre Néstor Kirchner, afirmó que no logró obtener ningún registro de cuál era su vino favorito.
Reveló que en la década de los 70 se registró el mayor momento de expansión de la industria del vino, cuando se llegaron a tomar 92 litros por habitante por año. "Es un acto de justicia que lo hayan declarado la bebida nacional. Es una bebida noble. Generalmente se toma socialmente. No es como el whisky, que se toma para olvidar". "(Leopoldo Fortunato) Galtieri tomaba whisky", reveló.