Los casos de inseguridad registrados en las últimas horas en el conurbano bonaerense demuestran que la inseguridad es una pesadilla que no deja de crecer y acecha a la ciudadanía. Esta seguidilla de episodios delictivos violentos extiende el número de homicidios cometidos en lo que va del año: más de 35 en dos meses y medio.
El último informe dado a conocer por la Corte Suprema advierte sobre la alta incidencia del uso de armas de fuego en los crímenes cometidos en el Gran Buenos Aires, que llega al 68 por ciento de los casos.
En el GBA los departamentos judiciales que registran mayor cantidad de homicidios son: La Matanza (9,45%) y Moreno-General Rodríguez (9,44%), mientras que del otro lado se encuentran Vicente López, donde hubo sólo tres casos (1,1 por cada 100 mil habitantes) durante 2012.
El trabajo, presentado a fines del año pasado, revela también que los partidos con mayor porcentaje de casos son José C. Paz (12,79 por cada 100 mil habitantes), Quilmes (12) y San Martín (10,8).
En el caso de Lomas de Zamora, que tiene una tasa del 10,5 cada cien mil habitantes, el 58 por ciento de los hechos se registró en Ingeniero Budge, uno de los barrios más pobres y postergados de la zona.
Los datos hablan por sí solos y no dan lugar a dudas. Los expertos manifestaron su preocupación por el avance del delito. Más allá de los casos puntuales que se registraron en las últimas 48 horas, y los discursos oficiales en búsqueda de una solución urgente, hoy por hoy nadie está exento de la violencia y la inseguridad.
En las últimas 48 horas se registraron al menos cuatro homicidios que conmocionan a la sociedad. El caso más trágico fue en Lomas del Mirador, donde un hombre de 27 años fue asesinado en la puerta de su casa, durante una entradera, delante de sus dos pequeños hijos (una nena de 7 años y un bebé de meses).
En Villa Celina, a metros del Mercado Central, dos delincuentes intentaron asaltar a los pasajeros de un colectivo de la línea 56. En ese momento entre las personas había un oficial de la Policía Federal y comenzó la balacera. Unos de los disparos mortales alcanzó al chofer del colectivo, de 22 años, que hacía 4 días había comenzado a trabajar en le empresa.
Otro de los sangrientos episodios se registró esta madrugada en Bernal, sur del Conurbano. Allí tres delincuentes interceptaron a un vecino que llegaba a su casa de Zapiola y 169, en moto y tras una discusión y forcejeos, los malvivientes le dispararon a quemarropa. El hombre recibió tres balazos. Los delincuentes escaparon en la moto robada y aún no hay detenidos.
La inseguridad no se limita al territorio bonaerense. Esta madrugada una persecución y tiroteo iniciado en el Conurbano terminó en Villa Devoto. El raíd comenzó cuando los delincuentes evadieron un control vehicular en Caseros y escaparon hacia la Ciudad de Buenos Aires. Luego de una persecución que se extendió a lo largo de 60 cuadras, los malvivientes terminaron incrustados en el frente de una casa en la intersección de Marcos Sastre y Segurola. Luego del enfrentamiento un policía resultó herido y uno de los ladrones, abatido.
A estos trágicos episodios hay que sumarle otro caso que tuvo gran impacto. En Lanús un kinesiólogo de 30 años fue asesinado de cuatro balazos cuando llegaba con su camioneta a su casa. Anoche, un centenar de vecinos se movilizaron hasta la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial Lomas de Zamora para reclamar justicia y mayores medidas de seguridad por el crimen de Marcos Laranga.