Escuelas y hospitales, el principal blanco de la represión en Siria

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió el cese de los ataques sobre estos edificios, que "están atrapados entre dos fuegos". Y advirtió: "No podemos permitir una generación perdida en Siria"

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Durante el debate general del Consejo de Seguridad sobre el estado de los niños en los conflictos armados, Ban Ki-moon reveló que el 40% de los hospitales públicos sirios no funciona y una de cada cinco escuelas está dañada o ha sido ocupada por personas que han sido desplazadas de su hogar por los combates.

"Más de 2,2 millones de niños sirios no van más a la escuela", declaró Ban. "En numerosas zonas de conflicto en el mundo, las escuelas y los hospitales se ven atrapados entre dos fuegos".

La representante especial de la ONU, Leila Zerrougui, subrayó ante el Consejo que "los niños continúan muriendo y siendo heridos sin descanso en Siria", o son reclutados por los beligerantes.

Los niños sirios son víctimas de "abusos atroces" como consecuencia de la guerra del régimen de Bashar Al Assad contra los rebeldes, que comenzó en marzo de 2011 y que ya se cobró la vida de 136.00 personas. El último informe de la ONU denuncia que una gran cantidad de menores fueron violados, abusados sexualmente o sometidos a todo tipo de torturas, como golpes con cables metálicos o descargas eléctricas en los genitales.

Los niños también han recibido palizas con látigos y palos de madera y metal, han sido sometidos a simulacros de ejecuciones, quemados con cigarrillos, encerrados en solitario y expuestos a torturas de familiares. Muchos de ellos han sido mutilados o golpeados para humillarlos, obtener confesiones o presionar a familiares suyos para que se entregaran. Esto se suma a los traumas de la guerra, como presenciar la muerte de sus padres y hermanos o verse obligados a dejar sus hogares.

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La representante especial de la ONU también citó la guerra civil que desde diciembre se libra en Sudán del Sur y la crisis en la República Centroafricana entre los conflictos que afectan particularmente a los niños.

La oficina de Zerrougui y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanzaron el jueves una nueva campaña titulada "Niños, no soldados" para luchar contra el reclutamiento de menores soldados por los ejércitos nacionales de aquí a finales de 2016.

La ONU ha identificado a ocho países en los que las fuerzas gubernamentales continúan utilizando niños, aunque seis de ellos (Afganistán, Chad, Sudán del Sud, Birmania, Somalia y República Democrática del Congo) ya han firmado un plan de acción con la ONU para eliminar progresivamente esta práctica. Las negociaciones continúan con los otros dos (Sudán y Yemen).

"Es el momento de hacer del reclutamiento de niños un vestigio del pasado (...), por mi parte, estoy convencida de que es posible", concluyó. El Consejo adoptó, el viernes, por unanimidad, una resolución de alcance general que recuerda la importancia de proteger mejor a los niños en las guerras y de que la Justicia internacional persiga a los responsables de las acciones en su contra.