Durante su visita al shopping Alto Rosario, la docente realizó una compra por un valor de $1.000 en el supermercado Coto ubicado en ese centro comercial. Luego de abonar el ticket, pidió el servicio de envío a domicilio, para lo cual la derivaron a una ventanilla especial donde se le tomarían todos los datos. Su sorpresa llegaría después.
Pasados tres días de la compra, al revisar el ticket del controlador fiscal, en el espacio destinado a "Nombre y apellido" figuraba la leyenda: "Glúteos Grandes". "Luego de su indignación, me consultó y ahí empezamos con las acciones extrajudiciales. Primero fuimos a mediación prejudicial, pero como no hubo acuerdo, luego encaramos una serie de medidas preparatorias y de aseguramiento de pruebas", afirmó Oscar Pandini, abogado de la mujer.
"La mayor cantidad de pruebas se hizo antes de iniciar el juicio principal. Se peritó el ticket y se determinó que pertenece al supermercado", confirmó el letrado, quien confesó que el caso no tiene ningún antecedente en el país, "por la modalidad de comisión del hecho, como por el monto resarcitorio".
Según reza la Ley de Defensa del Consumidor, los proveedores no podrán desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidatorias.
"A partir de allí, iniciamos la demanda por 500.000 pesos, por daño moral, y multa civil o daño punitivo que prevé la ley, que desde hace un año se tramita en los Tribunales de Rosario, por lo que esperamos que la sentencia sea favorable y salga a fines de este año", confirmó Pandini.
Incluso fue más allá, aclarando que podría producirse una segunda demanda contra el establecimiento, ya que se pidieron "los nombres de los tres trabajadores de la denominada 'caja central', pero desde un primer momento evadió esa responsabilidad".
Por ello, "ahora se puede iniciar una demanda legal por negarse a aportar la documentación. Incluso, al pedir copias de los tickets, porque las máquinas ticketeras siempre sacan un duplicado, dijeron que no existe", cerró.