Juan Pablo Bieri, periodista colombiano de la cadena Red Más Noticias, vivió momentos de pánico el pasado 15 de febrero en Caracas por la violencia de la Guardia Nacional Bolivariana sobre los movilizados contra el gobierno de Nicolás Maduro. Junto a su compañero de trabajo, fue detenido tres días después de pisar territorio venezolano.
"La situación estaba bien caliente. El sábado había una marcha del Gobierno, la cubrimos y en las horas de la noche terminaron enfrentándose manifestantes con miembros de la Guardia Nacional. Quedamos metidos en medio de los dos bandos", recordó en una entrevista del diario El Tiempo.
"La Guardia Nacional se acercó a nosotros y sin importarles que les decíamos que éramos prensa y que teníamos nuestros equipos, nos pegaron, insultaron y nos sometieron. Les gritábamos que no nos confundieran, en medio de los golpes. No alcanzamos a decir nada más, porque nos cogieron como a dos ladrones y luego nos metieron a patadas en la tanqueta".
"Cuando estábamos mirando hacia el piso y con las manos entrelazadas arriba sin poder hablar, pensé en mis hijos y en mi esposa; le pedí mucho a Dios, le pedí mucho a mi viejo, que se fue de este mundo hace cuatro meses, que me ayudara", contó.
Bieri admitió no haber pensado que lo iban a matar, pero sí que estuvo preocupado porque "la situación era muy tensa". Y explicó: a href="http://www.infobae.com/2014/02/15/1544003-mas-represion-caracas-la-policia-disparo-perdigones-a-quemarropa-contra-estudiantes" rel="noopener noreferrer" "Al lado nuestro había más detenidos/a, a ellos les pegaban muy fuerte delante de nosotros. Eran estudiantes venezolanos. Pensaba que si esto se lo hacían a ellos, quién sabe qué podían hacernos a nosotros si creían que yo era un infiltrado o un espía".
"¿Qué hicieron cuando golpeaban a estos jóvenes?", preguntó el entrevistador. Y Bieri contestó: "Nos quedamos callados. Uno ahí no puede hacer nada, pero me dolió mucho. Había un joven que no estaba metido en la protesta, caminaba por ahí; le hicieron quitar los zapatos, le pegaron en la planta de los pies, lo maltrataron verbalmente todo el tiempo, lo sometieron completamente. Fue muy impactante porque sientes que te lo van a hacer a ti en cualquier momento. Si uno levantaba la cabeza, se exponía a que le pegaran un cachetazo".
"Lo que pasó fue muy grave, porque los periodistas están siendo amenazados por a href="http://www.infobae.com/2014/02/27/1546838-la-guardia-nacional-bolivariana-volvio-reprimir-una-marcha-estudiantes-caracas" rel="noopener noreferrer" la Guardia Nacional/a y cualquier excusa les sirve a ellos para decir que eran parte de la protesta. Nos quitaron los celulares, les sacaron fotocopia a mis dos pasaportes (uno colombiano y el otro suizo). Irónicamente el comandante del operativo me dijo: 'Juan Pablo, ya lo tenemos identificado y por cualquier cosa lo podemos ubicar en Bogotá'", explicó Bieri, quien aseguró que todo el tiempo había un tono de amenaza y de intimidación.
Respecto a su liberación, sostiene que fue un milagro. "Nadie sabía que nosotros estábamos dentro de la tanqueta, sólo cuando se abrió la puerta para meter a más detenidos mi compañero alcanzó a ver a un periodista de iGlobovisión /ique pasaba por ahí y le hicimos señas. Él se acercó y por medio de una hendija lo saludamos, entonces él le dijo al conductor de la tanqueta que éramos periodistas. Ahí me tranquilicé porque ya había alguien que nos había visto".
"Luego apareció el coronel que maneja el operativo, nos sacó de la tanqueta. Nos robaron los celulares y nos sacaron plata colombiana en efectivo, pero eso era lo menos preocupante; era la base de datos en el celular, las fuentes y hasta fuentes de la oposición. El coronel nos sacó de ahí y nos pidió disculpas y dijo que si había habido a href="http://www.infobae.com/2011/08/06/1030867-la-cidh-mostro-su-preocupacion-la-violencia-las-protestas-chilenas" rel="noopener noreferrer" un exceso de fuerza/a, que los perdonáramos. Hice un plano en cámara donde digo que esta fue la tanqueta donde nos retuvieron y nos fuimos. Aún seguían los gases lacrimógenos, las piedras...".
Lo primero que hizo el periodista colombiano fue comunicarse con su esposa para contarle lo sucedido. "Al otro día tuve comunicación con el noticiero, fuimos a la embajada, donde quedó claro que no estaba garantizada nuestra seguridad; nos fuimos en el carro de la embajada al aeropuerto y nos regresamos para Bogotá".