Líderes de la oposición cubana aprobaron, este miércoles, una declaración conjunta con la que esperan unir fuerzas y expresarse como una sola voz ante instituciones internacionales y otros interlocutores.
El documento, suscrito en Madrid por unas 20 asociaciones, es un consenso inicial con el que sus impulsores pretenden aglutinar otras voces de la disidencia dentro y fuera de la isla. Llega semanas después de que la Unión Europea anunciara una apertura de sus relaciones con Cuba.
En la declaración "por el reconocimiento de la legitimidad de la sociedad civil independiente cubana", los firmantes aspiran a formar un grupo nuevo que sea lo más amplio posible y que los represente en foros nacionales e internacionales.
Además, exigen que cualquier acuerdo entre Bruselas y La Habana esté supeditado a la liberación incondicional de los presos políticos, el fin de la represión política en la isla y la ratificación de los pactos internacionales de derechos humanos por parte de Cuba.
"Ya que el acuerdo bilateral (Unión Europea-Cuba) parece inevitable, tratamos de proponer que en ese acuerdo esté presente un reclamo por el respeto a los derechos humanos y una presencia de la sociedad civil", dijo la bloguera cubana Yoani Sánchez.
El texto final incluyó un mensaje de respaldo a "los activistas pacíficos y pro democráticos" de Venezuela en su ola de protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
Las autoridades cubanas acusan a los disidentes de recibir dinero y orientación de grupos de interés en el extranjero para acabar con la revolución.
En la reunión celebrada en la Casa de América en Madrid, participaron Yoani Sánchez; Berta Soler, vocera de las Damas de Blanco; y Elizardo Sánchez, presidente la Comisión Cubana de Derechos Humanos, entre otros. No asistieron pero sí suscribieron el acuerdo Guillermo Fariñas, de la Unión Patriótica de Cuba, y Manuel Cuesta Morúa, del Arco Progresista.
Los asistentes aseguraron que se reunieron en España porque en Cuba no es posible, pero admitieron haber celebrado sendos encuentros previos en La Habana y la capital española.
El periodista disidente Reinaldo Escobar explicó que no toda la oposición al gobierno de Raúl Castro está representada en el documento. Además, admitió que otros intentos similares fracasaron en el pasado. Pero confía en que la experiencia acumulada, el debate a través de las nuevas tecnologías y puerta a puerta, si es necesario, favorezcan un consenso entre el mayor número de fuerzas posible.
"Nadie debe ir a discutir con el gobierno de Cuba sobre derechos humanos sin tener un mínimo contacto con las personas que están sufriendo esa falta de derechos", dijo Escobar. "Nosotros estamos luchando no por un cambio económico, no por un cambio solamente migratorio. Nosotros queremos respeto a los derechos humanos", agregó Soler.
Elizardo Sánchez señaló que si las autoridades cubanas aceptan sus demandas, se estaría iniciando el camino a la libertad. Pero se mostró escéptico por la falta de voluntad del Gobierno.