Durante la última década, América Latina redujo considerablemente los índices de pobreza. Sin embargo, la región todavía tiene por delante importantes desafíos, ya que mantiene una gran brecha de desigualdad, que puede ralentizar el desarrollo económico.
Este martes el Banco Mundial presentó su último informe en Washington, titulado Ganancias sociales en la balanza en a href="http://www.infobae.com/lugares/america-latina-a472" rel="noopener noreferrer" América Latina/a y el Caribe. Por medio de éste, el organismo internacional aconseja a los países de la región adoptar políticas fiscales redistributivas y que garanticen el acceso generalizado a bienes y servicios básicos.
"La pobreza ha seguido decreciendo de manera importante en América Latina en 2012, situándose en el 12,3 por ciento. Pero ahora el mayor porcentaje de la población en la región lo componen las familias vulnerables", resaltó Louise Cord, responsable del Grupo de Reducción de la Pobreza, Género y Equidad del Banco Mundial.
Según consigna El País, una de las causas que apunta el Banco Mundial con relación a este gran problema que tiene la región en acortar la brecha entre ricos y pobres, es la ineficiente redistribución de las rentas. En esa línea, el organismo internacional propuso algunos motores para atacar el problema de la inequidad, como la adopción de políticas económicas más redistributivas y la aplicación de estrategias que extiendan el acceso a los bienes y servicios básicos a toda la población.
El informe establece también qué países han presentado mejores índices de reducción de pobreza. Brasil, la Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, son quienes lideran a la región en este punto, al haber disminuido un 37% la pobreza en 2012. Les siguen los de la zona andina, con un descenso del 22%, mientras que Centroamérica y México han expandido el tramo de población por encima del umbral de la pobreza, con un 41 por ciento.
George Gray Molina, economista jefe del programa de Desarrollo de Naciones Unidas de la Oficina para América Latina, señaló a Brasil y México como los principales modelos de la región para combatir la pobreza y la inequidad.
"Las reformas fiscales en México tienden a crear un entorno más favorable para las empresas, y están enfocados a reducir la desigualdad a través del crecimiento económico", explicó el especialista. Sobre Brasil, agregó: "Brasil ha optado por el modelo de la protección social, enfocado en recortar la desigualdad a través de la inversión pública".
Sin embargo, para el economista será fundamental lo que suceda en los próximos dos años para determinar cuál de los dos modelos resultará más eficaz.
Con respecto a la problemática de la política redistributiva, el Banco Mundial advierte que para la región supone un problema la generalización de los impuestos indirectos. Esto, según el informe publicado este martes, contribuye a ralentizar la reducción de la brecha de desigualdad. "El impacto regresivo de la estructura impositiva afecta mucho más a los más pobres", señala el informe.
Con base en esto último, Cord considera que en la región "la política fiscal es un instrumento que no está siendo suficientemente utilizado por los Gobiernos para combatir la desigualdad".
"Permitir que los menores tengan las mismas oportunidades de disfrutar de educación básica, salud e infraestructura inmobiliaria es central para fomentar una sociedad más equitativa, libre de pobreza y que garantice el desarrollo de todo el potencial de las personas durante la infancia", establece el informe con relación a la generalización del acceso a bienes y servicios públicos.
Además, el Banco Mundial subraya como prioritario para el progreso, el acceso a la educación, una vivienda digna y las nuevas tecnologías.
Por último, Cord deposita sus esperanzas en la clase media latinoamericana. "La clase media está creciendo y va a demandar cada vez más de sus Gobiernos una mayor responsabilidad en que los servicios sean de calidad", concluye.