Las autoridades del departamento de Norte de Santander, principal punto de cruce de Colombia hacia Venezuela, manifestaron su incertidumbre sobre la eventual militarización del vecino estado venezolano de Táchira, tal como anticipó el presidente Nicolás Maduro.
"Lo que se dice es que van a militarizar todo el estado Táchira y eso ha creado más incertidumbre... no podemos desconocer que de lado y lado teníamos un libre tránsito" intenso de personas y mercancías, dijo el jueves en diálogo telefónico con The Associated Press Edgar Díaz Contreras, gobernador de Norte de Santander.
Desde Cúcuta, capital del departamento, se cruza a Venezuela a través de dos puentes que comunican con el estado de Táchira. La víspera, y como parte de protestas que se vienen sucediendo desde el 12 de febrero en el vecino país, grupos de manifestantes bloquearon de forma intermitente el paso de uno de los puentes, añadió el gobernador, cuyo departamento tiene 1,4 millón de habitantes, al menos 950.000 de ellos en la zona metropolitana de Cúcuta. El funcionario indicó que no se reportaron heridos colombianos en los incidentes.
Hasta ahora, aseguró, no se han observado vehículos militares venezolanos apostados en esa zona de frontera. Maduro, que encara las peores protestas desde que asumió el gobierno en abril de 2013, advirtió el miércoles que estaba preparado para enviar tanques y declarar un estado de excepción en Táchira, si era necesario, debido a las protestas de los últimos días.
"En el día de hoy (jueves) aparentemente esta normal el puente, los dos", agregó.
El gobernador, quien dijo carecer en ese momento de datos sobre cuántas personas y vehículos cruzan cada día por los dos puentes, destacó que la población venezolana en su departamento es mínima y que son los colombianos los que mayoritariamente viven en Táchira, donde la mano de obra es apreciada.
Ambos países comparten una línea fronteriza de unos 2.200 kilómetros de extensión y a través de ella fueron deportados en todo 2013 al menos 2.500 colombianos desde Venezuela. Pero sólo en lo que va de este año, las deportaciones ascienden a unas 500, 200 de las cuales fueron por Cúcuta y el resto, por otras zonas, como la frontera en La Guajira, al extremo norte de los dos países, indicó el gobernador. Díaz Contreras agregó que desconoce las causas de ese repunte en el número de colombianos deportados.
El Servicio de Migración colombiano no atendió de inmediato llamados para conocer detalles del caso de las deportaciones.
El gobernador añadió que además de las protestas, su departamento siente los efectos de la crisis económica venezolana, con una inflación acumulada de más de 50% y escasez de productos básicos, porque muchos venezolanos hacen sus compras en Cúcuta y hay colombianos que reciben remesas desde la vecina nación. Pero, añadió, como el gobierno venezolano suspendió desde la semana pasada y por tiempo indefinido el envío de remesas desde Venezuela a Colombia, pobladores de la zona se quedan sin ese dinero y de allí el impacto en la economía local.
"Un número importante de cucuteños se estaban beneficiando con este giro de remesas y al suspender ese giro, vuelve a haber gente desocupada", indicó el funcionario. Venezuela anunció el 11 de febrero la suspensión del envío de remesas a Colombia hasta tanto se establezca un mecanismo para hacerlo en pesos colombianos y no en dólares, cuya venta está sometida a un control por parte del Estado venezolano desde 2003.
Según datos del Banco de la República, en 2013 ingresaron remesas a Colombia por 4.070 millones de dólares, siendo Estados Unidos el primer país de origen con u$s1.527 millones, seguido por España con u$s936 millones y en tercer lugar Venezuela con 495,4 millones de dólares. Norte de Santander es, con u$s240,7 millones, el quinto receptor de remesas de los 32 departamentos del país.