La máquina para ser otro (The Machine to Be Another) es un proyecto que busca investigar cómo funcionan la identidad y la empatía: utilizando distinta tecnología en una serie de experimentos su objetivo es que una persona tenga la sensación de, momentáneamente, estar en el cuerpo de otra y adoptar su perspectiva.
En el experimento interactúan dos personas, llamados actor y usuario dentro del proyecto, utilizando cada una un casco de realidad virtual. Con la ayuda de esos dispositivos más tres cámaras web, micrófonos y auriculares, "el usuario ve un video con la perspectiva ocular de una persona diferente, el actor", quien a su vez espeja los movimientos del usuario.
"El video transmitido por el casco del usuario se genera por una cámara sujetada al actor, que graba su performance en tiempo real", explica el sitio web del experimento.
Asimismo, el actor, equipado con un micrófono, graba audios con un "relato corto sobre su existencia", una "narrativa no lineal" vinculada a los objetos en el ambiente. El audio se graba durante la performance y se le va transmitiendo al usuario: cuando este interactúa con determinado objeto, el actor comienza a hablar de sus experiencias personales y memorias en relación con ese objeto en particular.
De esa forma, con la grabación, se busca una mayor inmersión de uno en el cuerpo del otro: no se trata solo de sentir estar en otra piel, sino también de escuchar los pensamientos del otro, de modo que la experiencia sea completa. "Esto genera la percepción de que alguien está hablando en su cabeza", detalla la web.
BeAnotherLab, responsable de "La máquina" y que se define como un colectivo artístico interdisciplinario, sostiene que "entenderse a sí mismo se relaciona con entender al 'Otro" y busca conducir investigaciones que le permitan comprender mejor ese vínculo.
Distintos experimentos de The Machine to Be Another consistieron en reunir a un hombre y una mujer, que coordinaron movimientos sincronizados, para que estos puedan experimentar cómo se siente estar en un cuerpo del otro género.
Asimismo, en otra de sus experimentaciones, BeAnotherLab reunió a dos bailarinas, una de las cuales se encuentra en silla de ruedas. Gracias a "la máquina", esta última, llamada Victoria Martínez Alés, pudo tener la sensación de pararse, moverse y bailar a través del cuerpo de la otra bailarina, Cristina Rocca, según detalla el diario español La Vanguardia.