Militantes opositores ocuparon este martes la sede del Partido de las Regiones (PR) del presidente ucraniano Viktor Yanukovich, mientras manifestantes y policías se enfrentaban cerca del parlamento en Kiev, hacia donde se dirigían unas 20.000 personas.
"En el centro médico de la Casa de los Oficiales ya hay tres muertos. Murieron de heridas graves de bala en la cabeza y en el corazón. Tenemos muchos heridos, decenas de ellos graves", afirmó la médica Olga Bogolomets al diario digital Ukraínskaya Pravda.
Luego se habrían producido otras dos muertes, elevando el número a cinco. Al parecer, ninguno de los heridos recibió atención médica a tiempo como consecuencia de bloqueos que "impiden el acceso de las ambulancias, tanto a la llegada como a la salida".
Oleg Medunitsa, diputado del principal partido opositor ucraniano, Batkivschina, confirmó las muertes y contó que otros manifestantes se encuentran en estado crítico. Fuentes sanitarias en el Maidán, como es conocido el bastión opositor en la plaza de la Independencia, informaron sobre 150 heridos, 130 de ellos de gravedad. En total, los muertos son trece: siete civiles y seis policías.
Por su parte, el Ministerio del Interior anunció que "un policía murió cuando estaba siendo trasladado al hospital. Según las primeras informaciones, fue a causa de una herida por bala en el cuello".
Entre 200 y 300 manifestantes asaltaron durante la mañana la sede partidaria con bombas molotov y rompieron las puertas a hachazos.
"Cuando la gente que trabajaba en el edificio intentaba salir los bestias los atacaron. Uno de los trabajadores murió. ¿Quién responderá de esta muerte?", señaló por su parte el PR en un comunicado. El Ministerio del Interior denunció que cinco de sus efectivos resultaron heridos de bala.
Las autoridades ucranianas amenazaron con llevar a cabo "acciones graves" si los enfrentamientos no cesan en las próximas dos horas.
"Si siguen los disturbios, no tendremos más remedio que llevar a cabo acciones graves", indicó el ministerio del Interior. "Si los disturbios no han cesado a las 18H00 (16H00 GMT), tendremos que poner orden por todos los medios legales", puntualizó.
Previamente al asalto de la sede partidaria, se habían registrado violentos choques en los alrededores del parlamento, donde la policía disparó granadas ensordecedoras, gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes, que por su lado apedreaban a los uniformados.
Los enfrentamientos se desarrollaron en el marco de una sesión en la que los diputados ucranianos examinan un proyecto de reforma constitucional que reduce los poderes del presidente en beneficio del gobierno y del parlamento.
Se trata de los primeros choques en Kiev desde los que se registraron a fines de enero, que dejaron cuatro muertos y más de 500 heridos.
Los manifestantes se detuvieron a unos 200 metros de la sede del parlamento, donde estaban apostados los primeros cordones de las tropas del ministerio del Interior y de las fuerzas antidisturbios.
El servicio de orden de la oposición en la Plaza de la Independencia, ocupada desde hace tres meses por los manifestantes opositores al presidente ucraniano Viktor Yanukovich, intentaba evitar los enfrentamientos entre los elementos más radicales de la protesta y la policía.
"Nuestro objetivo es rodear el parlamento y bloquearlo para impedir que los diputados nombren un primer ministro 'ruso'", declaró Andrii Parubii, un diputado opositor del partido de la ex primera ministra Yulia Timochenko.
Video: así fue el asalto al cuartel general del oficialismo en Kiev
Según ese sector de la oposición, Yanukovich podría nombrar este martes un nuevo primer ministro.
La oposición acusa al Gobierno de ceder ante Moscú.
"Organizamos una ofensiva pacífica con relación al parlamento. La oposición sólo dispone de 169 diputados (sobre 450), lo que no es suficiente, pero espero que los representantes de la mayoría van a entender que deben aportar sus votos para resolver la cuestión de la reforma constitucional", aseguró a la prensa el jefe del partido nacionalista Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnybok.
La oposición acusa al poder ucraniano de ceder a las presiones de Moscú desde que Yanukovich renunciara en noviembre pasado a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea, prefiriendo negociar con Rusia.
Rusia le otorgó en diciembre pasado un crédito de 15.000 millones de dólares, de los cuales ya liberó 3.000, y una importante rebaja en el precio del gas.
El lunes, el Kremlin anunció que esta semana iba a girar 2.000 millones de dólares más a Ucrania, que se encuentra al borde del cese de pagos y tiene problemas de liquidez.
La violencia en Kiev no cesa
Los enfrentamientos del martes se producen al día siguiente de la entrada en vigor de una ley de amnistía -que abandona los cargos contra las personas que cometieron delitos entre el 27 de diciembre y el 2 de febrero- y la evacuación del ayuntamiento de Kiev por parte de los manifestantes.
La evacuación fue mal recibida por muchos manifestantes que consideran que la oposición concede demasiado a cambio de poco.
El lunes, la canciller alemana Angela Merkel, expresó, al recibir a emisarios de la oposición ucraniana, que "la situación era extremadamente tensa" y exhortó a "avanzar enérgicamente en la composición del gobierno y la reforma de la Constitución".
La protesta en Ucrania, que comenzó en noviembre contra la decisión del gobierno de no firmar el acuerdo con la Unión Europea, se convirtió luego en un rechazo radical del presidente Yanukovich.
Ni la renuncia del gobierno a fines de enero ni las negociaciones posteriores lograron solucionar la crisis.