Michelle Obama ocupa el quinto puesto del ranking de primeras damas de EEUU que elabora el Sienna College, que este año incluyó una asociación con la cadena de TV por cable C-Span, que emitió un programa especial con los resultados.
El estudio se realiza hace 32 años y los analistas son historiadores, politólogos y académicos, que tienen la tarea de elegir a las esposas de los presidentes de la historia de EEUU. Para llegar al resultado se combinan una serie de ítems como liderazgo, valor para el país, coraje, conocimiento y experiencia o tener personalidad independiente.
El primer lugar del ranking está reservado para Eleanor Roosevelt, esposa del presidente Franklin Roosevelt, que tuvo la tarea de superar la grave crisis de 1929 y participar en la Segunda Guerra Mundial; es el único mandatario que fue elegido consecutivamente en 3 oportunidades y falleció en el cargo cuando transcurría el primer año de su cuarto mandato.
Eleanor Roosevelt es la que mejor puntaje reúne de las 10 características con las que el Siena College califica a las primeras damas. El ranking establece en los 10 primeros puestos a:
1- Eleanor Roosevelt
2- Abigail Adams
3- Jacqueline Kennedy
4- Dolley Madison
5- Michelle Obama
6- Hillary Clinton
7- Lady Bird Johnson
8- Betty Ford
9- Martha Washington
10- Rosalynn Carter
Otra primera dama recientes de la historia, Laura Bush, esposa del predecesor de Obama, se ubica en el puesto número 12, mientras que Bárbara Bush, mujer del presidente republicano George Bush (1989-1993), está el undécimo lugar (ver reporte completo).
¿Por qué Eleanor Roosevelt es la más importante?
La historia del siglo XX le tiene un lugar reservado a la esposa del presidente que ganó 3 elecciones consecutivas. Eleanor Roosevelt fue una participante activa de la política de EEUU. Cuando la crisis de 1929 provocó el colapso de la economía norteamericana, la primera dama recorrió el país para respaldar el New Deal propuesto por el Presidente. Arengó a los soldados de EEUU que fueron a la Segunda Guerra Mundial y tuvo vinculación directa con la fundación de la Organización de las Naciones Unidas y con la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
Fue una activista por los Derechos Humanos, una actitud que mostró, por ejemplo, cuando renunció a la influyente organización Hijas de la Revolución.
En 1936, la cantante lírica afroamericana Marian Anderson, que venía de triunfar en Europa, fue impedida de cantar en el prestigioso Constitution Hall de Washington, que estaba reservado exclusivamente para cantantes blancos. Eleanor Roosevelt, escandalizada por la decisión de las Hijas de la Revolución, renunció a la organización y le ofreció a Marian Anderson un concierto en el monumento a Lincoln, donde se reunieron más de 75.000 personas.