Esta semana comenzó el torneo más importante a nivel latinoamericano. Todos quieren estar en la Copa Libertadores. El certamen continental siempre reunió a los mejores, los campeones, los poderosos de la región. La versión 2014 se aleja de la tradición y se olvida del privilegio y el elitismo.
Los siete equipos VIP de 1960, terminaron en 38 clubes de 11 asociaciones que se dan el lujo en la actualidad. Se pasó de la exclusividad de campeones y sub-campeones, a los favorecidos por la fase preliminar, o por hacer un modesto papel en otro torneo. Los extremos no son buenos.
En el desglose, se ve como los cupos aumentaron con el correr del tiempo. Al mismo ritmo, las formas de meterse en la competencia más destacada en toda América. Los cambios más significativos estuvieron del '65 al '66 donde se pasó de 10 a 17 equipos. Luego en la temporada 2000 se pasó de 23 a 34. En 2004 se agregaron dos más y en 2005 otros dos.
Independiente de la Argentina es el equipo más ganador del torneo con siete títulos, cuatro en fila.
Hoy el torneo echa de menos a sus últimos e históricos consagrados. La 55ª edición refleja el periodo de transición que vive el fútbol sudamericano. La prueba es que no están 15 de los 16 últimos ganadores.
Solo el Atlético Mineiro de Ronaldinho, campeón en 2013, se salva de la estadística. Los nuevos desprestigiados son Corinthians (vencedor en 2012), Santos (2011), Inter de Porto Alegre (2010 y 2006), Estudiantes de La Plata (2009), LDU Quito (2008), Boca Juniors (2003, 2001 y 2000), Sao Paulo (2005), Once Caldas (2004), Olimpia (2002), Palmeiras (1999) y Vasco da Gama (1998).
Faltan otros ilustres como River Plate, Fluminense e Independiente, que las inclusiones de más y más equipos lo ayudan ser todavía el Rey de Copas (siete títulos, cuatro consecutivos).
El argentino Julio César Falcioni, finalista del certamen como jugador y como director técnico, dialogó con Infobae sobre las opuestas realidades de la Copa y las diferencias de aquellas definiciones con América de Cali entre el '85 y el '87, y la que vivió con Boca Juniors en 2012.
Si bien destacó que "sigue siendo la competencia más importante de Sudámerica" y que "los dos formatos son buenos y competitivos", se inclinó porque la versión añeja "era más dura".
"Se sumaron más cantidad de participantes. Antes solo jugaban los campeones y subcampeones de cada país. En los años '60, '70, y 80, solamente los que habían tenido un año competitivo muy bueno, y por ende eran campeones, tenían el privilegio de estar. Una vez en los grupos, solamente el ganador de cada zona pasaba. No había ni segunda ni tercera posiciones en cuanto a la clasificación lo que lo hacía realmente exigente. Solo el mejor pasaba a la fase final", comentó.
Falcioni, portero del equipo colombiano que cayó por el título con Argentinos Juniors, River Plate y Peñarol, y DT del conjunto argentino que perdió con Corinthians, opina que ahora es "más fácil acceder".
"Antes era todo más duro, se jugaba país contra país, no estaban los países mezclados. El campeón y subcampeón de un país contra los de otro", indicó.
"Antes era todo más duro, realmente exigente", indicó Falcioni sobre la Copa Libertadores a Infobae.
En comparación a la versión europea, la famosa Champions League, la Libertadores difiere en condiciones organizativas que perjudican a los equipos.
"No hay nada que envidiarle en formato, pero las federaciones sudamericanas tendrían que entregar la posibilidad de tener con mas anticipación el calendario de partidos. Hay una cuota de improvisación que dificulta todo. No da posibilidad de preparación y recuperación y hay que apuntar a una cosa o a la otra", opina Julio César.
De todos modos, el fútbol sudamericano atraviesa un momento de fragilidad y vive condicionado por cuestiones económicas. La pronta venta de jugadores hacen que pierdan a los mejores futbolistas, el nivel se empobrece y las competencias se desvalorizan.
No es casualidad que la riqueza del fútbol brasileño se refleje en los resultados. Los últimos campeones de la Copa Libertadores son Atlético Mineiro, Corinthians, Santos, e Inter de Porto Alegre. Además, desde 2005 que un club de Brasil es finalista, y desde 1992 que hay al menos uno entre los cuatro mejores.
El último campeón Mineiro, junto con Cruzeiro, Flamengo, Gremio, Botafogo y Atlético Paranaense, tratarán de prolongar el dominio de su fútbol a nivel continental, en un torneo que apostó a la inclusión y perdió valor.