El presidente venezolano Nicolás Maduro llegó a la avenida Bolívar de Caracas para sumarse a la movilización que respalda al Plan de Pacificación Social y rechazar la violencia durante marchas estudiantiles en el país.
"No podemos tener ni un milímetro de debilidad. Ni un segundo de vacilación porque se trata de derrotar una corriente fascista que quiere acabar con la paz", vociferó el mandatario ante una multitud.
Afirmó que la "continuación del desarme" a los grupos violentos, anunciada el viernes en su Plan de Pacificación, será aplicada con precaución. "Todas las armas que hay en la República deben tenerlas las fuerzas de seguridad".
Y advirtió: "No acepto grupos violentos en el campo del chavismo y la revolución, quien quiere tener armas para combatir con armas que se vaya del chavismo".
"Cobarde fascista, entrégate que te estamos buscando", dijo tras confirmar la orden de captura emitida contra el líder opositor Leopoldo López. Y acusó al ex mandatario colombiano Álvaro Uribe de ser quien financia a los grupos violentos para lograr un Golpe de Estado.
"Ya le he mandado un mensaje muy claro a este canal de noticias (colombiano NTN24) donde detrás está la mano de un fascista enemigo de Venezuela, Álvaro Uribe", dijo Maduro, quien admitió que la decisión de sacar del aire al canal fue tomada por su gobierno.
En la noche del viernes, Maduro, que advirtió que usará la fuerza policial para impedir manifestaciones que no estén autorizadas y bloqueos de las calles, anunció un plan de pacificación contra la violencia criminal en Venezuela que incluye el desarme de la población, mayor vigilancia policial y "normas claras para la televisión".
Manifestantes opositores y partidarios del gobierno venezolano se concentraron este sábado en distintas plazas de Caracas y otras localidades en otra jornada de las protestas que tres muertos por disturbios registrados el miércoles.
Vestidos de blanco en su mayoría y muchos enarbolando la bandera de Venezuela, unos 3.000 estudiantes con sus familiares convergieron en Las Mercedes, desbordando una plaza y las avenidas aledañas.
"Antes no salimos a las calles por la inseguridad, ahora salimos a protestar y nos matan. Los jóvenes no tenemos fe ni esperanza, no podemos conseguir un trabajo y si lo tenemos no nos da para tener una vida digna", comentó Issac Castillo, de 27 años, de la universidad Andrés Bello.
Simpatizantes del gobierno, en su mayoría vestidos de rojo, despliegan banderas nacionales e imagenes de Simón Bolívar y del fallecido presidente Hugo Chávez en una marcha convocada "por la paz y contra el fascismo",
Desde principios de febrero, Venezuela vive protestas de estudiantes y opositores al gobierno para denunciar la inseguridad, la inflación y la escasez de productos. El miércoles pasado, con motivo del Día de la Juventud, fueron las mayores movilizaciones y desencadenaron refriegas callejeras que dejaron tres muertos, más de 60 heridos y un centenar de detenidos.
La noche del jueves, manifestantes fueron dispersados por guardias nacionales con gases lacrimógenos y chorros de agua luego de que bloquearon dos transitadas avenidas.
El presidente Nicolás Maduro ha denunciado que las protestas opositoras constituyen un "golpe de Estado en desarrollo" contra su gobierno y advirtió que usara la fuerza policial para impedir manifestaciones que no estén autorizadas y bloqueos de las calles.