¿Cómo saber si tu bebé tendrá algún problema en el corazón?

Las cardiopatías congénitas son una de las principales causas de muerte en niños menores de un año en nuestro país. ¿Cómo prevenir y tratar estas afecciones? Hoy en el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, historias de vida de los que nacieron de nuevo

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En la Argentina cada año nacen 5000 niños con alguna cardiopatía congénita, lo que las convierte en una de las principales causas de muerte en menores de un año de vida.

Setenta de cada cien casos requieren una operación y aproximadamente el 46% de estos chicos no disponen de una cobertura social. Con estos números sobre la mesa es fundamental promover la conciencia sobre la detección temprana para, entre otros cuidados, detectarlas en el embarazo.

¿Cómo pueden los padres prevenir y tratar estas afecciones para brindarles a sus hijos una vida adulta saludable y feliz?

Las cardiopatías congénitas son problemas en la estructura y funcionamiento del corazón debido a un desarrollo anormal del mismo antes de nacer. Es la anomalía congénita más común y su presentación y tratamiento dependerá del tipo de malformación que sea, ya que existen varios tipos.

La mayoría de las cardiopatías congénitas se presentan como un defecto aislado sin asociación con otras enfermedades. También pueden ser parte de diversos síndromes genéticos y cromosómicos, como el síndrome de Down.  Y aunque las cardiopatías congénitas están presentes al momento de nacer pueden no ser visibles inmediatamente ni causar problemas durante años.

Si bien para la mayoría de los defectos congénitos no se puede identificar una causa conocida, se sabe que el consumo de alcohol y algunas sustancias químicas durante el embarazo, y ciertas infecciones como la rubéola, pueden contribuir a su  desarrollo. También es importante controlar el nivel de azúcar en sangre especialmente en las embarazadas con diabetes y realizarse las ecografías periódicas para detectar cualquier problema.

Prevención temprana, la clave

La primera medida preventiva es la ecografía cardíaca fetal, cuando el niño aún se encuentra en el útero. Sin embargo, la afección puede ser detectada recién años después, cuando el niño se encuentra en la primera infancia, por lo cual los controles periódicos son esenciales. Asimismo, existen dos formas más de diagnóstico: la punción y la translucencia nucal. Cualquiera de estos tipos de estudios debe realizarse a partir de la semana 20.

Con la detección temprana y el tratamiento adecuado se puede brindar al niño una calidad y expectativa de vida normal, algo que hace años era impensable por la falta de información y tecnología.

En términos generales, los tratamientos dependerán del tipo de cardiopatía que se sufra. Las más leves desaparecen solas con el correr de los años, otras más graves requieren medicación y en las más complejas se precisará de una o varias intervenciones quirúrgicas.