El 1564 es un año de referencia para la historia del arte y la a href="http://www.infobae.com/temas/ciencia-a511" rel="noopener noreferrer" ciencia/a europeas: el 18 de febrero murió uno de los artistas más multifacéticos de todos los tiempos, Miguel Ángel, pero tan sólo tres días antes había visto la luz Galileo Galilei.
Hace exactamente 450 años, el 15 de febrero de 1564, nació en Pisa una futura estrella de la ciencia. Una estrella que se convertiría en uno de los astrónomos, matemáticos, físicos y filósofos más importantes de todos los tiempos.
Sus inventos y descubrimientos fueron tan revolucionarios que cambiaron nuestra imagen del mundo, pero sobre todo la del Vaticano, que lo condenó por herejía. Se necesitaron cientos de años para su rehabilitación en el seno de la Iglesia, que no reconoció su error hasta el año 1992.
En la actualidad, Europa sigue inclinándose ante su mayor pionero, bautizando con su nombre, entre otras cosas, el gigante proyecto millonario de navegación satelital Galileo.
El creador de la física moderna basada en experimentos se dedicó, ya como estudiante, a investigar las leyes de la oscilación pendular, de la gravedad e inventó la balanza hidrostática.
A los 28 años, el toscano se convirtió en profesor en Padua y descubrió, con un telescopio mejorado inventado por él mismo, montañas lunares y las fases de Venus. Un hito fue su descubrimiento de que numerosas estrellas formaban la Vía Láctea.
Además inventó muchas cosas curiosas, como por ejemplo un recolector de tomates automático o un peine de bolsillo que podía servir para esconder cosas.
En 1615, cuando llevaba cinco años trabajando en Florencia, comenzó su conflicto con el Vaticano, entre otras cosas, por su obra principal Diálogo sobre los principales sistemas del mundo, el ptolemaico y el copernicano.
Con su intensiva mirada sobre el sistema solar, Galilei logró probar científicamente la teoría elaborada por el polaco Nicolás Copérnico: que el Sol era la estrella central de nuestro sistema, en torno a la que giraban todos los planetas, también la Tierra. La teoría parecía ir contra la Biblia.
Por eso el tribunal papal de la Inquisición condenó su distanciamiento del modelo ptololemaico y prohibió la difusión de la obra de Galileo. Pero el astrónomo toscano no se dejó intimidar y siguió estudiando el sistema solar, por lo que acabó ante los tribunales.
Al Vaticano no le gustó que el terco astrónomo, hijo de un músico de Pisa, investigara con un telescopio mejorado por él mismo la Vía Láctea y la superficie lunar y descubriera las primera cuatro lunas de Júpiter y las manchas solares.
La cúpula de la Iglesia valoraba al fundador de la astronomía moderna, pero sólo hasta que el imperturbable Galilei echó abajo la teoría del mundo que defendía la institución, que seguía creyendo que todo giraba en torno a la Tierra.
La segunda vez fueron los jesuitas quienes llevaron ante la Justicia vaticana al aplicado astrónomo de difícil humor.
En 1633 un tribunal de la Inquisición lo condenó a abjurar. Aún no está claro si Galilei, condenado primero a una pena de cárcel, realmente abjuró con sus conocidas palabras i"Eppur si muove"/i ("Y sin embargo se mueve"), en referencia a la Tierra.
"Curiosamente Galilei resultó ser un creyente sincero con mayor amplitud de mira que sus opositores teológicos"
Nueve años después, el 8 de enero de 1642, murió el científico que había cambiado la imagen del mundo y que entretanto se había quedado ciego, a los 77 años.
¿Y el Vaticano? Tuvieron que pasar más de 350 años hasta que la Iglesia católica se reconciliara con Galilei, en 1992.
"Curiosamente Galilei resultó ser un creyente sincero con mayor amplitud de mira que sus opositores teológicos", dijo el papa Juan Pablo II en su histórico discurso de reparación del científico el 31 de octubre de 1992.
"Nunca más un caso Galileo", dijo el papa polaco para reconciliar a la Iglesia con la ciencia. Para muchos decepcionó, sin embargo, que el Sumo Pontífice defendiera a los jueces de Galilei al señalar que actuaron "de buena fe" en el proceso en su contra.
Después,