Brasil: más de 6.000 policías en huelga le reclamaron a Dilma Rousseff mejoras salariales

La protesta contó con la adhesión del 70% de los agentes en 22 de los 27 estados y amenaza con extenderse. Voceros acusaron a la presidente de "castigarlos" por operaciones contra la corrupción. Crece la preocupación por la seguridad durante la Copa del Mundo

Guardar
 AFP 163
AFP 163

Unos 6.500 agentes de la Policía Federal brasileña paralizaron el martes sus actividades en una huelga en reclamo por mejores salarios, según un balance de la Federación Nacional de los Policías Federales (Fenapej).

La medida fue respaldada por agentes y peritos criminales en 22 de los 27 estados del país, según explicó el principal sindicato de la Policía Federal, institución brasileña responsable del control de las fronteras y los aeropuertos y del combate a crímenes federales como el narcotráfico, el contrabando y la corrupción.

El presidente de la Fenapef, Jones Leal, había asegurado que la medida no afectaría directamente a la población, ya que los agentes mantendrían las actividades esenciales. La huelga, sin embargo, pudo atrasar investigaciones criminales e impedir la presentación de denuncias.

"Calculamos que entre el 60% y el 70% de los agentes se adhirieron a la huelga este martes", aseguró el líder sindical.

La paralización de este martes será seguida de nuevas protestas, programadas para los días 25 y 26 de febrero, que buscan presionar al Gobierno para que ajuste los sueldos de los agentes de la Policía Federal, que, según la Fenapej, no son elevados en términos reales desde hace siete años.

El sindicato asegura que mientras que el Gobierno concedió aumentos salariales de entre el 20 y el 30 por ciento para otros funcionarios públicos, incluyendo a los propios comisarios de la Policía Federal, para los agentes de la institución sólo se autorizó un incremento del 15 por ciento.

"El salario es una de nuestras reivindicaciones. Queremos mejorar las condiciones de trabajo"

"Pero el salario es apenas una de nuestras reivindicaciones. Queremos que se resuelvan otros asuntos para mejorar las condiciones de trabajo, como el asedio moral, la falta de efectivos y hasta la falta de buena gestión. Nuestra pauta es gigantesca", dijo el líder sindical.

Como la huelga coincidió con el Día del Enfermo en Brasil, los agentes realizaron manifestaciones en diferentes ciudades, en las que presentaron a la Policía Federal como un enfermo crónico abandonado en una camilla que necesita de máscaras de oxígeno para respirar.

"La Policía Federal está en la Unidad de Cuidados Intensivos", decían algunos de los carteles exhibidos por los huelguistas.

Según un comunicado del sindicato, la "deplorable situación del órgano" es resultado de un boicot de la presidente brasileña, Dilma Rousseff, "como castigo por las operaciones contra la corrupción que incomodan al Gobierno".

La crisis policial ha abierto un nuevo frente de conflicto para el gobierno de Rousseff, que prepara a Brasil como anfitrión de la próxima Copa del Mundo, que comenzará en junio.

Las protestas de 2013 durante la Copa Confederaciones y su reedición en los últimos días después de otro aumento en el transporte han despertado temores con relación a la seguridad durante el megaevento deportivo. A esto se suma un nuevo conflicto entre el Gobierno y el Sindicato de la Construcción a raíz de la muerte del sexto obrero en la construcción de las obras de cara al Mundial.

Aunque encargados de la seguridad de la Copa afirmaron que

100.000 efectivos estarán abocados a esas tareas

, la posibilidad de que las

continúen deja abierto el

interrogante sobre lo que podrá pasar durante el evento que espera recibir más de 600.000 turistas extranjeros.
Guardar