El vicepresidente Michel Temer apuntó este martes directamente contra los "black blocs", un grupo de manifestantes que se mostraron violentos en las protestas más recientes en Brasil. En declaraciones realizadas en Indaiatuba, los acusó de la muerte del camarógrafo brasileño en Río de Janeiro, a quien le lanzaron un explosivo en la cabeza durante una marcha el jueves pasado.
"Creo que existe cierto terrorismo en estas organizaciones. La Constitución garantiza el libre derecho a la manifestación, pero no a la depredación. Eso es un delito y tiene que ser considerado como tal. Para mí, son grupos criminales", sostuvo este martes el segundo del gobierno de Dilma Rousseff.
"La Constitución garantiza el libre derecho a la manifestación, pero no a la depredación"
Santiago Andrade falleció este lunes por las heridas causadas mientras cubría para la cadena televisiva Band la manifestación en contra del aumento del boleto de transporte público en Río. Una persona, Fábio Raposo Barbosa, está detenida y otra permanece prófuga. "El infeliz que causó la muerte del camarógrafo está identificado y tendrá las consecuencias de la sanción", advirtió Telmer.
Raposo, de 22 años, admitió el sábado a la cadena Globo que él sujetaba el artefacto, como se pudo comprobar en imágenes captadas por la televisión, pero aseguró que no fue él quien lo lanzó, sino otra persona. De todas formas, el joven afronta cargos como coautor de los delitos de explosión y tentativa de homicidio calificado.
La muerte de Andrade conmovió a la presidente Rousseff, quien lamentó el fallecimiento y afirmó que la libertad de manifestación "jamás" se puede usar para matar. La violencia contra la prensa fue condenada internacionalmente. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) emitió el lunes un comunicado en el que pidió al Gobierno la "mayor urgencia en la definición de medidas".
La violencia "deslegitima los reclamos"
Temer agregó este jueves que el uso de la violencia "le quita legitimidad" a las reivindicaciones y comentó que la respuesta de las fuerzas policiales deben ser en la misma dirección. El vicepresidente aclaró, no obstante, que las manifestaciones deben ser reprimidas sólo si son violentas "porque no se trata a actos criminales con rosas en la mano".
"Lo que es ilegítimo es el uso de la violencia, por lo tanto, los gobiernos regionales están tomando medidas. Existe una legislación que puede ser aplicada contra quienes cometen esos ilícitos; ya hay normas de que no se puede comparecer enmascarado. Necesitamos aplicar esas leyes", señaló.
Preocupación por la cercanía del Mundial
Los enfrentamientos de la semana pasada en Río alertaron al Gobierno. En junio del año pasado, el aumento de las tarifas de autobús fue lo que desató masivas manifestaciones durante la Copa Confederaciones, cuyos reclamos incluyeron luego la lucha contra la corrupción de la clase política y mejores servicios públicos.
Brasil será escenario de la Copa del Mundo en junio próximo y una de las mayores preocupaciones del gobierno de Rousseff es contener posibles protestas y estallidos sociales. Por el megaevento internacional, millones de turistas y delegaciones de decenas de países viajarán a las principales ciudades brasileñas, incluida Río de Janeiro. Además, los cariocas albergarán los Juegos Olímpicos de 2016.