El 2014 en Argentina es una año para "armar" a dos meses vista. Habrá muchas noticias y muchos shocks, lo que me obliga a definir el largo plazo como "dos meses". Este artículo precisamente se refiere a cómo me imagino los próximos dos meses post-devaluación de enero, el largo plazo está fuera de discusión. ¿Es posible un equilibrio de corto plazo dentro de un marco de desequilibrio de largo plazo? Ciertamente, las últimas medidas del Central obligando a bancos a liquidar tenencias en activos dolarizados apuntan a fortalecer ese entorno de mayor estabilidad en el corto plazo, lo cual, si bien no es una solución permanente, ciertamente le bajó aceleración al mercado y eso es una buena noticia.
Argentina todavía intenta reacomodarse al cimbronazo que implicó la devaluación nominal reciente del Peso en torno al 22% y todavía está por verse la onda expansiva vía precios que seguramente generará dicha devaluación. Una gran incógnita radica en cuánto de dicha devaluación terminará filtrándose a precios. De hecho, para que una devaluación nominal sea exitosa debe terminar siendo una devaluación en términos reales y para que ello ocurra es imprescindible que se minimice la inflación potencial que la misma devaluación genera para que no la licúe. Secar la plaza de pesos ayudaría.
También es cierto que es altamente probable que no se observen los cambios estructurales a nivel fiscal y de equilibrio general que sean capaces de shokear la realidad actual y llevar a la economía argentina a otro sendero de potencial estabilidad. De esta forma el largo plazo no está definido todavía y probablemente siga sin definirse. Entonces, dado que dichos cambios no ocurrirán, la pregunta relevante es si el único escenario posible es la inestabilidad, insisto, con un horizonte de dos meses vista.
Tengo la sensación de que dos cosas pasarán, digamos, a ocho semanas vista: dólar oficial sin grandes cambios "sub-8? PERO un Banco Central que seguirá subiendo tasas a las que debería llevar al menos al nivel de expectativas inflacionarias, las cuales rondan actualmente en torno al 40 por ciento. En los últimos días el BCRA parecería haber estabilizado el mercado de cambios.
¿Por qué es fundamental que el Banco Central convenza al mercado de que estamos en un equilibrio cambiario? Si vía tasa y drenaje de la plaza en pesos, se estabiliza el mercado de cambios por las próximas semanas, quienes deban liquidar la cosecha se enfrentarán a crecientes costos de capital de trabajo (BADLAR subiendo y complicando el apalancamiento que resulta necesario para aquellos que no liquidan los stocks) y a un tipo de cambio que si el Central es exitoso se anclaría en la zona de 8 pesos. En este contexto, esperar genera carry negativo (BADLAR creciente) y un ingreso constante si es que el BCRA convence de que "8" está para quedarse. Ergo, esperar generaría pérdidas y más aun ahora con un cambio oficial sub-8.
En este contexto tendría sentido esperar cierta aceleración de liquidaciones y por ende se podría quebrar la tendencia bajista en las Reservas en un futuro próximo. Insisto, a riesgo de ser redundante, todo este análisis es a dos meses vista, después... veremos. ¿En el futuro cercano, podrá la suba de tasas acelerar las liquidaciones de stocks?
Si la BADLAR se acercase a la inflación esperada, dos efectos probablemente ocurrirían:
a) Una parte del público comenzaría a volcarse otra vez al mercado de tasa-peso bajando temporariamente la demanda por el dólar blue y durmiendo de esta forma la presión sobre la brecha cambiaria.
b) El costo de no liquidar sube y eso aumentaría la probabilidad de acelerar las liquidaciones de cosecha futura.
El beneficio de esto sería una tendencia a estabilizar ambos mercados de cambio (oficial y blue) en el corto plazo con un costo significativo en términos de actividad económica. Muchos son los costos que enfrenta Argentina a futuro: inflación, empleo, reservas. De todos ellos parecería primordial frenar el drenaje de dólares y por ende la pérdida de reservas, quizá éste sea el principal driver de política económica en las próximas semanas. ¿Se encaminará el BCRA a estabilizar el mercado de cambios (ambos) en el corto plazo vía suba adicional de tasas a costo de un sustancial enfriamiento de la economía?
Conclusión: las tasas tienen que subir más, esto no será gratis, de hecho nada es gratis a esta altura y más aún en ausencia de reformas estructurales. Con tasas de punta habrá enfriamiento de la economía y déficit cuasi-fiscal. Es más, las últimas medidas adoptadas forzarán a los bancos a redireccionar sus mayores tenencias de pesos y las Lebacs ciertamente serán una alternativa clara: "Perdimos dólares y ahora nos vamos entonces a las tasas".
En este contexto, ¿se vendrá un "come-back" rally de acciones Argentinas en Nueva York?
(*) Germán Fermo es doctor en Economía, director de ema href="http://germanfermo.com/" rel="noopener noreferrer" MacroFinance/a/em y de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.