La extradición de los jefes de las FARC a EEUU condiciona el diálogo de paz

Todos los miembros del Secretariado son solicitados por la Justicia estadounidense por narcotráfico, por lo que deberían ser extraditados si el fin del conflicto los "legaliza". Continúan las negociaciones en Cuba

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Viviana Manrique, directora del observatorio de armas y drogas ilícitas de la Universidad del Rosario, aseguró para El Colombiano que "muchos de los cabecillas entrarían en un proceso de extradición, aun cuando se firme el acuerdo de paz", lo que demora el fin de las negociaciones.

El diario colombiano explica que Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", jefe de la delegación de las FARC en Cuba e integrante del Secretariado es uno de los buscados por Estados Unidos, incluso ofrecen una recompensa de u$s5 millones por él. Según fuentes de inteligencia de la Policía, la Justicia estadounidense, en 2006, "formuló cargos contra 50 cabecillas, incluidos el Estado Mayor, el Secretariado y la Comisión Internacional (Cominter), por el envío de drogas a ese país por un valor cercano a los u$s25 millones".

En ese grupo estarían Jorge Torres Victoria, alias "Pablo Catatumbo", con una recompensa de u$s2,5 millones; Miguel Ángel Pascuas, alias "Sargento Pascuas", miembro del Estado Mayor de las FARC, por quien ofrecen u$s2,5 millones; y Rodrigo Londoño Echeverry, alias "Timochenko", jefe máximo de las FARC, con una recompensa de u$s5 millones.

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Nuevo Ciclo de negociaciones

Ambas partes negocian, desde noviembre de 2012, un acuerdo que ponga fin a un conflicto armado de medio siglo y actualmente están debatiendo el tema de drogas ilícitas, tercero de los seis puntos de la agenda.

La delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), encabezada por Iván Márquez, permanece en Cuba desde el comienzo de las negociaciones de paz.

Durante este receso, se desarrolló en La Habana la Cumbre de la Celac, en la que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, recibió una ovación de los demás mandatarios cuando declaró que estaba "más optimista" que antes y que "hay voluntad de ambas partes" de alcanzar la paz.

Sin embargo, una encuesta revelada en Bogotá este domingo mostró que el 58% de los colombianos es pesimista frente al proceso de paz, el cuarto que se celebra entre las autoridades colombianas y las FARC, la mayor guerrilla de ese país. Este ciclo de conversaciones de paz se prolongaría hasta el 13 de febrero.

La última vez que se reunieron, antes de fin de 2013, la organización narcoguerrillera insistió en su propuesta de legalizar los cultivos de hoja de coca, amapola y marihuana para ayudar al sostenimiento de los campesinos pobres.