Por la escasez de dólares, Kicillof busca cambiar la política de subsidios en Tierra del Fuego

El ministro de Economía se reunirá con representantes de empresas radicadas en ese distrito para analizar posibles modificaciones en el régimen de incentivos. Estudia una drástica reducción del déficit de u$s8.000 millones

Nicolás Stulberg 162

El ministro de Economía, Axel Kicillof, citó para hoy a las empresas productoras de electrodomésticos y de artículos electrónicos, en su mayoría radicadas en la isla de Tierra del Fuego, a una reunión con la intención de solicitarles que sigan abasteciendo a las cadenas de venta y supermercados.

La preocupación del funcionario y de su equipo es que el déficit comercial generado por esas industrias, que gozan por ley de beneficios fiscales, llegó el año pasado a unos 8.000 millones de dólares, un dato que cobra particular atención en momentos en que la situación cambiaria sigue haciendo caer las reservas del Banco Central.

Desde su desembarco en Economía como viceministro en diciembre de 2011, Kicillof y sus hombres comenzaron a analizar las deficiencias que genera esa industria y descubrieron que productos que vienen de Tierra del Fuego en algunos casos -como los televisores- valen hasta el doble de lo que se lo puede comprar en Chile, aun con las ventajas impositivas que tienen los fabricantes.

La intención del Gobierno sería modificar el régimen de producción, pero luego de la finalización del Mundial 2014 que se realizará en Brasil en julio próximo. Es que mas allá de haber generado una gran cantidad de puestos de trabajo y desarrollar una tecnología que está a la par de los países del mundo que producen estos aparatos como Vietman, Corea del Sur y Taiwán, lo concreto es que la producción en ese lugar se ha transformado en una especie de agujero negro para la falta de dólares que tiene en la actualidad la economía argentina. De acuerdo a datos de la Cámara de Importadores de la República Argentina, ese déficit llegó a los 10.000 millones de dólares en el 2013.

Las políticas oficiales favorecieron la radicación en Tierra del Fuego de numerosas plantas industriales, que en su mayor parte funcionan como ensambladoras de insumos importados y aprovechan las ventajas impositivas en vez de producir en la Ciudad de Buenos Aires o en otras provincias.

El Presupuesto 2014 fija un costo fiscal para la promoción industrial de unos 18.000 millones de pesos para una industria que tiene unas 50 empresas. De acuerdo a lo que informa la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), genera unos 30.000 empleos con una población que llega a los 127.000 habitantes, mientras que en 1972 tenía unos 13.500 pobladores.

Los números que maneja la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) indican que el nivel de trabajadores efectivos llega a los 16.400 trabajadores. Pero los que tienen estabilidad y permanencia laboral alcanzan solamente el 50 por ciento. El resto de los empleados tienen diferentes modalidades de contratación.

Al parecer la idea de una Manaos argentina, como anunció en su momento la ministra de Industria Débora Giorgi al trazar una comparación con el polo tecnológico brasileño instalado en una zona franca libre de impuestos, por ahora ha quedado sólo en un intento.

Una de las ineficiencias más importantes está dada en el traslado de los insumos y componentes, en su mayor parte importados, que se los lleva en camión hasta Tierra del Fuego y luego una vez armado el producto final se los envía a los destinos de venta. A su vez, los costos salariales son muy altos, lo que implica que la Argentina no puede competir en mano de obra con países como China, Taiwán o Vietnam. La incidencia en el producto final de los insumos importados es del 80% mientas el 20% es de origen nacional.

Un trabajo del CIPPEC señala que desde 2009 el armado de celulares acaparó casi el 80% del trabajo de los industriales de la isla. En ese sentido acotan que se produjo un gran desplazamiento de una producción que estaba especializada en equipos de línea blanca, radios y televisores LCD.

En el trabajo del CIPPEC se indica además que Tierra del Fuego explica el 7% de las importaciones totales de la Argentina. Otro estudio de Bein y Asociados indicó que el déficit de ese sector duplica hoy al existente en el período de la convertibilidad entre 1998 y el 2000.

El costo fiscal por trabajador industrial en Tierra del Fuego se ubicó en el 2012 en 730.000 pesos mientras que en el 2009 llegaba a los 300.000 pesos.

Las estadísticas indican que el déficit comercial de Tierra del Fuego aumenta todos los años. El motivo: cayeron las exportaciones y las importaciones crecieron en forma abrupta.