Por la devaluación, las empresas suspenden sus ventas por falta de referencia en precios

La divisa avanzó un 56% en un año y cerró a 7,79 pesos para la venta en la City. Economistas advierten un fuerte impacto en inflación y salarios. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró que "no es una devaluación inducida por el Estado"

Adrián Escandar 162
NA 162

El mercado presionó y el Banco Central (BCRA) finalmente dejó subir con fuerza el dólar oficial. El organismo admitió una fuerte devaluación en las últimas dos jornadas cambiarias. Tras escalar 25 centavos el miércoles, la divisa trepó 65 centavos hasta los 7,79 pesos, lo que equivale a un 9,1% con respecto al cierre de este miércoles. La fuerte suba no deja de sorprender, porque la depreciación significó un abandono de la política de gradualismo que había abrazado el Gobierno.

Pero más allá de lo que sucedió en el mercado de cambios, la suba del dólar impactó de forma inmediata en la economía real. Infobae constató que varias empresas con productos que dependen de insumos importados han suspendido momentáneamente sus ventas. Algunas compañías incluso paralizaron las ventas hasta el lunes por falta de referencia de precios. Esto se da principalmente en los sectores de la industria metalúrgica, petroquímica y de autopartes, pero también afecta a las pequeñas y medianas empresas (PyMES).

Así sucede en el caso de las empresas textiles. Por ejemplo, la mayor hilandería del mercado avisó que detendría todas las ventas a las compañías hasta el martes de la próxima semana. Las otras hilanderías no lo dudaron y siguieron sus pasos. La explicación no fue necesaria: la economía empieza a sentir las consecuencias de la abrupta devaluación.

Carlos de la Vega, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), aseguró a Infobae que la suba en el dólar se vive con "gran preocupación". "Hay incertidumbre en el mercado por el precio de reposición, sobre todo con los insumos importados", dijo. El empresario aseguró que para exportar se necesita un buen tipo de cambio, pero a la vez los exportadores piden que baje la inflación, y ambos requerimientos generan "mucha contradicción".

Los bienes no son los únicos afectados. La incertidumbre también reina en las agencias de turismo, pues trabajan con proveedores que son operadores turísticos internacionales en moneda extranjera. El BCRA recién aprueba la transferencia de dólares hasta 10 días después de que el cliente haya cerrado su paquete turístico. "Hay operaciones que se cierran, pero no al tipo de cambio del día, porque en el delay la empresa puede perder rentabilidad", confían desde una agencia del microcentro porteño. Sin embargo, los clientes se muestran reticentes a comprar bajo estas condiciones.

La suba de la divisa en el mercado oficial impulsó el dólar tarjeta a $10,52, un golpe muy fuerte a los turistas argentinos que ya pactaron sus vacaciones en el exterior. "Un cliente me llamó preocupado porque reservó un hotel con pago en destino. Ya tiene el voucher de confirmación, pero el pago completo se hace con el check out. Nadie sabe cuánto va a estar el dólar en los próximos días", especificó. Ante este panorama, el sector teme que 2014 sea un año recesivo.

Miguel Ángel Boggiano, CEO de Carta Financiera, aseguró en una entrevista en InfobaeTV que "cambió la dinámica y habrá que acostumbrarse a oscilaciones dramáticas: lo va a sufrir de modo muy inmediato la actividad económica". Para el economista, la escalada del dólar llevará a la baja de la actividad, el aumento del desempleo y el quebrantamiento de la cadena de pagos, que "se reflejará en los próximos días en los datos de cheques rechazados".

En la jornada de hoy, el Banco Central debió intervenir con la venta de u$s100 millones de sus reservas para enfriar la suba del dólar, que en algunos momentos escaló hasta los 8,51 pesos. "Esta jornada ha sido distinta a la de ayer porque la divisa subió y bajó", consideró el ex secretario de Finanzas Daniel Marx. Para el director de Quantum Finanzas, el organismo presidido por Juan Carlos Fábrega no ha explicitado "hacia dónde va", pero abandonó la flotación administrada.

Economistas consultados por Infobae advirtieron que la aplicación de esta medida aislada es peligrosa para el resto de las variables nominales de la economía. Sin un programa integral, coinciden en que consentir la devaluación no es suficiente.

Eduardo Curia, economista histórico del peronismo, había advertido el año pasado que se podría "reeditar un Rodrigazo", y en diálogo con Infobae, aseguró que la devaluación está pasando de un gradualismo a un shock. "Esta suba aumenta las tensiones con las demás variables, como el precio y los salarios. No se sabe cuál es la próxima medida que tomará el Central, pero tirar la toalla para no perder reservas no es en sí mismo una política", dijo.

En este sentido, Curia aclaró que las medidas a tomar "son muy difíciles, no hay jolgorio". "La realidad entra por las compuertas: hay restricción externa, faltan dólares y hay atraso cambiario", enumeró. Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, también coincidió en que las variables nominales "se están yendo del cauce". Para el economista, la principal pregunta es en qué nivel se va a estabilizar el dólar oficial, y cómo jugará con las expectativas. "La inflación de diciembre fue del 3%; la de enero tiene ese porcentaje como piso. El desafío es que los demás precios no sigan al dólar", explicó.

El riesgo de que el aumento de la inflación se espiralice no es menor. El Gobierno deberá comenzar a negociar las paritarias de 2014, y muchos sindicatos piden aumentos por encima del 30 por ciento. Sin un programa oficial, la devaluación de estos días alimentará aún más los pedidos.

"La pregunta subyacente es si esta paridad es elevada o aún tiene camino por recorrer", consideró la consultora AMF Economía en su último informe. El valor del dólar oficial también quedó muy lejos de las proyecciones económicas que se aprobaron en el Presupuesto 2014, la ley de leyes que aprobó el Congreso cuando Axel Kicillof era viceministro de Economía. Se proyectaba un valor de $6,33 para 2014, de $6,94 para el año próximo y un promedio de $7,39 para el 2015.

El economista Luis Secco consideró que la devaluación del oficial influye negativamente en las "expectativa de inflación". "La negación del Gobierno a hacer anuncios y comunicar adecuadamente qué pretende hacer genera ambigüedad, en vez de colaborar para que la economía sea nominalmente estable", aseguró. Lejos del sendero de previsibilidad, los mercados y la economía hoy se rigen por la incertidumbre.