"El legado de Spinetta es el de jugarse a muerte por lo que uno cree"

Juan Carlos Diez, el autor del libro Martropía: conversaciones con Spinetta, habló con Infobae acerca de su experiencia junto al músico y de la presentación de la reedición del libro. Además adelantó que Spinetta, antes de su muerte, grabó un disco que aún no ha sido editado

162

Luis Alberto Spinetta fue y sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la música popular argentina. Su carrera comenzó en 1968 junto al grupo Almendra, pero tanto sus composiciones musicales como sus habilidades poéticas siguieron en constante evolución hasta el final de sus días, generando más de 30 discos de estudio.

Juan Carlos Diez es escritor y periodista, premiado por la Academia Nacional de Periodismo con el Primer Premio a la Creatividad del 2001 por una entrevista al escritor Héctor Tizón. En 2006 se editó la primera tirada de Martropía, un libro con formato de entrevista periodística que tiene como eje principal a Luis Alberto Spinetta. El libro, reeditado ahora por la editorial Aguilar, aborda diversas temáticas: desde Los Beatles a Piazzolla, de Georges Bataille a Antonin Artaud, desde la familia y la cocina hasta detallados análisis musicales. Diez logra establecer una comunicación auténtica y profunda con Spinetta, logrando así plasmar, en poco más de 200 páginas, la cosmovisión del músico.


-¿Cómo conoció a Luis Alberto Spinetta?

Lo conocí en los años 90 a través de un amigo en común que es Rodolfo García (N. de R.: baterista de Almendra). Empecé a ir al viejo estudio del Flaco, pegamos muy buena onda. Ya en esa época grababa muchas de las preguntas que le hacía. Yo pasaba muchas horas dentro del estudio, lo veía tocar y trabajar, además hablábamos mucho. Pasó un buen tiempo sin que nos viéramos, un poco porque se fue a vivir a Castelar. Cuando lo volví a ver, él estaba terminando de mezclar el disco iSilver/i Sorgo. Fui con una propuesta concreta: hacer un libro con él. Le gustó mucho la idea y aceptó inmediatamente.

-Él no solía tener trato con la prensa, ¿no?

No, para nada. En ese momento, hacía años que no hablaba con la prensa. Cuando le propuse mi idea, estaba predispuesto a que me dijera que no, pero tenía un objetivo muy claro. Yo estaba dispuesto a trabajar lo que fuera necesario porque tenía una idea, si se quiere, con un anhelo artístico. Apenas terminó de mezclar Silver Sorgo, empezamos a trabajar en el libro. Trabajamos durante cinco años. El libro iba a terminarse cuando tuviese que terminar, no existía la presión de un contrato o una fecha de entrega.

-¿Qué es lo que más lo asombró de su forma de ser?

Primero, que era un tipo inteligente, muy lúcido y con ideas que le eran muy propias. Daba gusto, ¿no? Era un tipo muy concentrado en el laburo, cuidaba lo que decía, siempre le buscaba la vuelta, trataba de llegar al hueso, de profundizar. Era un buscador.

-Hoy 23 de enero, a las 20, presentará la reedición del libro en el mítico bar La Perla, ¿en qué consistirá?

Voy a dar una charla contando cómo fue el armado del libro y cómo fue trabajar con él. Contaré detalles. Voy a invitar a algunos músicos a los que les haré algunas preguntas, va a haber un micrófono abierto al público y... no puedo decir nada más.

-¿Qué agregó en la segunda edición del libro?

En esta edición agregué un texto al final del libro que se llama "Tanto" y completé la discografía. Inclusive con un disco que todavía no salió, eso es una novedad del libro.

-Entonces, ¿va a salir un nuevo disco de Spinetta?

Hay un disco que quedó grabado con 7 temas nuevos. El Flaco había armado un trío con Rodolfo García (Almendra, Aqualerre, Tantor) en batería y Daniel Ferrón en bajo. Daniel Ferrón tocaba con Rodolfo en un grupo llamado Posporteño y actualmente es el bajista de Jairo. El trío sonaba bárbaro, decidieron grabar algunos temas y eso quedó grabado. Lo van a mezclar y van a sacar el disco. En el libro anticipo el nombre del disco y los temas del mismo. (N. de R: el nombre de la banda es Los Amigos y el nombre del disco es Iris).

-En muchos discos de Spinetta suele prevalecer un aire melancólico, pero en el libro se muestra como un hombre con la vista enfocada hacia el futuro. ¿Qué opina al respecto?

Puede ser que halla melancolía pero sus letras son súper optimistas. Siempre hay un mensaje esperanzador. En todas sus épocas: "mañana es mejor", "todo camino puede andar" y con Invisible cantaba "y hoy por fin la inmensidad fue el bien". Puede haber melancolía en muchas canciones pero en la música hay melancolía siempre, en Bach hay melancolía, en Bill Evans. Lo que te mueve espiritualmente es totalmente sano.

-Su música tiene reminiscencias de muchos géneros. ¿Cómo llegó a dominar tantos lenguajes? ¿Estudió armonía?

No, pero sabía un montón. No tenía un estudio académico, tenía una oreja como la de un elefante, él sabía pero no leía partituras (N. de R: por lo que tuvo que rechazar un ofrecimiento que le hizo Astor Piazzolla para que tocaran juntos). Tenía una oreja fuera de lo común, si vos escuchás las armonías de sus temas, no lo podés creer. Es imprevisible, va a lugares que no son los esperados y a la vez tiene temas que son bastante simples.

-En el libro, refiriéndose a su método compositivo, él habla de buscar la tensión entre "dos tonos, nada más". ¿Se refiere a una búsqueda de simplificación?

Él tuvo un bagaje muy grande. A una determinada altura de su madurez artística ya buscaba llegar a una síntesis, a lo mejor eso es lo que él quiere decir. Es la madurez propia de un artista que laburó toda su vida creando, tratando de crecer y que nunca se quedó en la fácil.

-¿Cuál piensa que es su legado?

A lo mejor, el legado del flaco es el de jugarse a muerte por lo que uno cree. Él era un artista con todas las letras. Un tipo jugado a fondo con lo suyo, más allá de que le fuera bien, regular o mal. Lo que le importaba era seguir su camino, nunca tuvo la intención de hacer un tema para pegarla y vender. Su camino siempre fue el camino más difícil y el menos transitado, más en un país como la Argentina donde se confunden un poco las cosas, donde hay mucho artista entre comillas, mucho tipo que la vende de artista y a lo mejor, es puro merchandising. Él nunca iba a resignar su arte, nunca lo hizo. Yo creo que gran parte de su legado está ahí: un legado ético de cómo encarar algo tan serio como puede ser escribir una canción y tratar de que esa canción le llegue a la gente.