Esta evolución observada a lo largo de una década significa que la proporción de presos per cápita brasileños creció un 71,2% por año en promedio, mientras en el resto del mundo esa expansión fue del 8%, de acuerdo con un trabajo de la Universidad de Essex.
El número de presos en Brasil saltó de 285.000 a los 548.000 entre 2003 y 2013, con lo cual trepó al cuarto lugar a nivel mundial en número de presidiarios, superado sólo por los Estados Unidos, China, Rusia, y desplazó a la India al quinto puesto, según indica el estudio de la universidad.
"Observamos que en Brasil la cifra de presos per cápita viene creciendo exponencialmente", reconoció el profesor Row Walmsley, coordinador del estudio.
Para Naciones Unidas y Amnistía Internacional la superpoblación carcelaria es uno de los motivos de las rebeliones ocurridas en las cárceles de Maranhao, estado del nordeste, donde 63 reclusos fueron asesinados desde 2013, algunos de ellos decapitados.
En 2003, la media mundial era de 164 internados por cada 100 mil habitantes, mientras que en Brasil había 160 encarcelados por cada 100 mil, pero en 2013 el promedio mundial pasó a ser de 177/100.000 mundial contra 274/100.000 en Brasil.