Kicillof utiliza el fantasma de la desestabilización para evitar caída en las reservas del BCRA

El ministro de Economía se encuentra en Francia para buscar un acuerdo con el Club de París, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que logre frenar la sangría de divisas que sufre el organismo

Télam 162

El viaje de Axel Kicillof a Francia encabezando por primera vez una delegación como ministro de Economía plantea varios interrogantes. La ciudad de París, donde se entrevistará con el chairman del Club, Ramón Torres, es uno de los destinos de Kicillof y su comitiva pero no hay que descartar que el ministro haga una escala.

En particular en Washington, para tener una reunión con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) que podrían comenzar a auditar las cuentas públicas y también con el Banco Mundial (BM), para lograr mas créditos para el Gobierno. En las ultimas horas, el director por Argentina del FMI, Sergio Chodos, y la embajadora en Washington, Cecilia Nahón, estaban realizando tratativas para acordar entrevistas con las autoridades del FMI y del BM.

En el caso del FMI, el organismo pide una revisión de las cuentas públicas a través del Artículo IV como una de las condiciones para avalar un acuerdo de Argentina con el Club de París. En lo que respecta al Banco Mundial, el Gobierno buscaría asegurarse créditos por unos u$s800 millones que se podrían utilizar para engrosar las reservas del Banco Central.

Desde septiembre de 2003, cuando el ex presidente Néstor Kirchner rompió con el FMI, no existe auditoría de ese organismo a la Argentina como sí se realiza a los restantes 186 países socios del FMI. También la normalización del Indec es otro de los temas que plantean las autoridades del organismo internacional de crédito.

La futura cancelación de la deuda por casi u$s10.000 millones con el Club de París, de acuerdo a la información que dio a conocer el Ministerio de Economía, es el motivo del viaje cuya vuelta está previsto para hoy o para mañana martes. Acompañan a Kicillof el secretario de Finanzas, Pablo López, y el segundo en la Unidad de Reestructuración, Adrián Cosentino.

El Club de París exigiría un pago al contado del 25% de la deuda en efectivo y la intención del Gobierno es refinanciar el resto de la deuda con una quita similar a la que negociaron con las empresas que reclamaron ante el CIADI, el organismo de resolución de controversias comerciales del Banco Mundial.

Lo que siempre han exigido los países que integran el Club de París es un pago al contado de unos u$s2500 millones de la deuda. Se encuentra diversificada entre Alemania, con un 30 por ciento; Japón, el 25%; y Holanda, con el 9%. Italia y España, con el 8% y Estados Unidos con el 7% del total.

Por lo que pudo saber Infobae, el esquema de pago al Club de París que planteará Kicillof es muy similar al ideado por el ex ministro de Economía Hernán Lorenzino, quien lo acompañará en la delegación, utilizado para cancelar la deuda con el Centro Internacional de Arbitraje de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), un organismo que depende del Banco Mundial y hasta un pago de u$s2.000 millones en 24 cuotas mensuales pero no en efectivo y pago con bonos del Estado en poder de la Anses.

Para apurar los acuerdos, es probable que Kicillof insista con un tema que sacó a relucir ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que "hay un intento de desestabilización permanente al gobierno por parte de la oposición".

El Gobierno anunció el 18 de octubre pasado un acuerdo con cuatro empresas que tenían juicios en el CIADI contra Argentina por unos 677 millones dólares y obtuvo una quita del 25% de la deuda y se comprometió a pagar con bonos argentinos. A su vez, las empresas deberían invertir 10% de ese dinero en el bono BAADE. Por ese motivo el gobierno reasignó partidas presupuestarias del Presupuesto 2013 para lograr la cancelación de los juicios con cinco empresas que habían demandado al país.

Esto se realizó por medio de la resolución administrativa 830/2013, publicada en Boletín Oficial e incluye a las empresas Blue Ridge, CC-WB Holdings LLC, Vivendi Universal Sociedad Anónima y Compañía de Aguas del Aconquija Sociedad Anónima y Azurix Corp.

La quita fijada en valor nominal a todos los acreedores por igual representa un 25% respecto del monto originalmente reclamado, equivalente a un ahorro fiscal de 171 millones de dólares. La instrumentación de estos acuerdos implicó la cancelación de los montos a plazo mediante la entrega de una combinación de bonos Bonar X para el capital y Boden 2015 para los intereses a una tasa del 7 por ciento anual. El acuerdo además obliga a las empresas a suscribir títulos públicos nacionales, con la suscripción de Baade (Bonos argentinos de ahorro para el desarrollo económico).

Estas empresas tenían sentencias definitivas pero vendieron sus deudas a fondos buitre que reclamaron el pago. Esas deudas se habían originado luego de la crisis de 2001 por la pesificación de tarifas y tenía sentencias a su favor en el CIADI y también en las naciones unidas en la UNITTRAL.

Con respecto a la cancelación de la deuda con el Club de París, un adelanto lo dio el diario español El Mundo, que publicó que Argentina podría lograr una quita del 80% de la deuda con España y que esa deuda corresponde al blindaje financiero que aplicó el ex presidente Fernando de la Rúa en el 2000. "Argentina quiere regatear a España la devolución de un crédito de 800 millones (de dólares) concedido hace 14 años", publicó el diario español.

Se debe destacar que el Club de París -creado en 1956- no es una entidad u organismo, sino que es un mecanismo de convocatoria informal por parte de acreedores oficiales de países endeudados para renegociar en forma coordinada y conjunta las deudas externas de los países deudores con dificultades de pago.

Este mecanismo opera desde la Tesorería del gobierno de Francia, aunque participan en ese foro 19 gobiernos: los de Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Holanda, Reino Unido, Suecia y Suiza. En ese entonces, la deuda se conformaba de préstamos de Estado a Estado, algo que décadas después fue perdiendo relevancia ante el crecimiento del mercado de capitales, con préstamos de bancos privados y bonos.