FARC resucita la desmilitarización como condición para limitar cultivos ilícitos

Para el tercer punto de las negociaciones de paz con el gobierno colombiano, la guerrilla presentó un programa para la sustitución de los usos ilícitos de coca, amapola y marihuana

AP 163

En la reanudación de los diálogos de paz, las FARC propusieron este martes en La Habana regular la producción y el mercado de cultivos ilícitos en Colombia, mediante un programa que proteja económica y legalmente a los campesinos dedicados al cultivo de coca, amapola y marihuana.

El proyecto prevé "regular la producción y el mercado de la hoja de coca, la amapola y la marihuana, con base en el reconocimiento de las cualidades alimenticias, medicinales, terapéuticas y culturales, a definir en cada caso, así como sus posibilidades artesanales e industriales", manifestó a la prensa el guerrillero Pablo Catatumbo a la entrada de los diálogos de paz con el gobierno colombiano.

El programa "supone la provisión de garantías y condiciones de seguridad para la población campesina que habita los territorios y las zonas objeto del Programa. Por ello, se hace necesario el inicio inmediato de la desmilitarización de dichos territorios, y su consecuente exclusión como zonas de guerra", añadió.

A su vez, implica "la suspensión inmediata de las aspersiones aéreas con agentes químicos como el glifosato" y "la revisión inmediata de la actual política criminal del Estado, centrada en la persecución, la estigmatización y la criminalización de los campesinos productores", señaló Catatumbo.

La propuesta de las FARC prevé que el financiamiento salga del presupuesto estatal, así como de "recursos provenientes de la reducción del gasto en seguridad y defensa, en proporción igual a los ahorros fiscales generados por la desmilitarización de los territorios y zonas objeto del programa".También de "aportes de la comunidad internacional, especialmente de los países consumidores del capitalismo central y de sus Estados; igualmente de empresas transnacionales y de organismos no gubernamentales", agregó.

El programa debería contar con una "veeduría internacional" de seguimiento y control "conformada por representantes de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), de la Unasur, y de la comunidad académica".

La delegación del gobierno colombiano ante las negociaciones de paz en La Habana, encabezada por Humberto de la Calle, no hizo ningún comentario sobre la propuesta.

Las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos reiniciaron el lunes los diálogos de paz en La Habana, iniciadas en noviembre de 2012. Actualmente discuten el tercer punto de la agenda, referido a drogas ilícitas.