El Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentó su primer informe de "Objetivos y planes respecto del desarrollo de la política monetaria, financiera, crediticia y cambiaria para el año 2014" bajo la gestión de su nuevo titular, Juan Carlos Fábrega.
De cara a un año en el que la economía promete volver a estar en el centro de la escena, la entidad monetaria dio sus proyecciones para las principales variables financieras, entre las que se incluyen una menor a href="http://www.infobae.com/temas/inflacion-a255" rel="noopener noreferrer" inflación/a, un superávit comercial por encima de los diez mil millones de dólares, una caída en el precio de la soja y la continuación de la flotación administrada del a href="http://www.infobae.com/temas/dolar-a1" rel="noopener noreferrer" dólar/a, así como el cepo para el acceso a la compra de divisas extranjeras.
Cuando distintos gremios reclaman aumentos salariales que rondan el 35 por ciento para el año que comienza, el BCRA prevé que habrá en el período un descenso en el alza sostenida de precios que registra el país hace ya varios años. Esto se debería a tres factores: la influencia del nuevo acuerdo de precios cuidados, las políticas de créditos para sostener la demanda y una caída en los precios internacionales de las materias primas. De todas formas, la entidad evita poner un número a su previsión y no da un porcentaje estimado para el período.
El objetivo para este año es, en tanto, lograr exportaciones por unos 94.000 millones de dólares. Aunque estima que también habrá un alza en las importaciones por el crecimiento del consumo y para la compra de insumos, el Banco Central vaticinó que el país podrá volver a alcanzar un superávit comercial de diez mil millones de dólares.
De acuerdo al adelanto del informe publicado por el diario Página 12, la entidad prevé que se produzca así una recuperación en el superávit que la balanza comercial dejará en el pasado 2013. Según sus proyecciones, el año pasado terminará de cerrar con un saldo comercial favorable de unos nueve mil millones de dólares, lo que representa un retroceso con respecto al 2012. La caída es justificada por el crecimiento en el déficit que presentaron los combustibles y la energía en general.
Con un dólar libre que no para de crecer y una devaluación que se vio acelerada en los últimos meses, qué pasará con la divisa norteamericana es una de las mayores incógnitas para este año. Aunque evita pronosticar una cotización, el BCRA sí anticipó que continuará la flotación administrada que la administración kirchnerista realiza desde el 2003. Lo que también continuará vigente será el control de capitales, que incluye entre sus medidas el cepo al dólar. El objetivo, advierten, es seguir dando preferencia al uso de divisas para la inversión productiva y los planes de desendeudamiento.
Buena parte del crecimiento de la última década puede explicarse por los altos precios que registró la soja en los mercados internacionales. Sin embargo, el panorama parece haber empezado a cambiar. Tras un año en el que el valor promedio del commodity se redujo un 3% y alcanzó los 520 dólares por tonelada, la entidad monetaria estima que no sólo no habrá una recuperación, sino que incluso habrá un descenso del 8 por ciento, lo que llevará el precio de la tonelada a los 478 dólares aproximadamente.
El BCRA contempla además que la tendencia bajista de la soja se verá acompañada por un descenso en el valor de todas las materias primas como resultado de los grandes pronósticos que se obtuvieron tras las exitosas cosechas y la abundante oferta global de granos de cara al período.