Clerks (1994): el director Kevin Smith vendió parte de su colección de cómics, tomó de los ahorros para sus estudios y del dinero que le proporcionó el seguro de un coche y pidió permiso para filmar en el supermercado donde trabajaba. Su historia de veinteañeros maleducados conectó con el público y recorrió Cannes, Sundance y los Independent Spirit Awards. Se convirtió en obra de culto y tuvo una secuela en 2006, una serie de animación y hay una tercera parte en preparación. Costó u$s27.000 y recaudó u$s3.151.130
Eraserhead (1977): David Lynch financió su opera prima gracias a la colaboración económica de amigos y familiares. El rodaje contó con un equipo mínimo y se prolongó durante más de cinco años, lo que dejó secuelas en el desarrollo de la historia: el protagonista envejece 18 meses en una escena. Aunque era sabido que no tendría lugar en el circuito comercial de salas, la película participó en el festival Filmex y fue reconocida por el "boca en boca" en proyecciones de medianoche y en teatros selectos. Costó u$s20.000 y recaudó u$s7.000.000
Easy rider (1969): se rodó a las órdenes del actor Dennis Hopper sin un guión pensado, improvisando sobre la marcha y contratando a hippies como equipo técnico. Junto a Peter Fonda y Jack Nicholson, hicieron el filme fumando marihuana y bebiendo. El estreno fue celebrado por una sociedad que la convirtió en una de las películas más taquilleras del año. Costó u$s360.000 y recaudó u$s41.000.000
El proyecto de Blair Witch (1999): Eduardo Sánchez y Daniel Myrick llevaron al bosque a tres actores, les dieron una cámara y comenzaron a ponerles obstáculos a escondidas para lograr los efectos del miedo. Luego agarraron las 20 horas de metraje y crearon una película de hora y media. Recurriendo a la técnica del found footage, la obra se vendió como un hecho real. Tuvo una secuela, tres videojuegos, libros y cómics. Costó u$s20.000 y recaudó u$s248.000.000
Evil Dead (1981): con las pocas ganancias que le había generado Within the Woods, el corto que había hecho como un trabajo práctico para la facultad, el joven Sam Raimi pasó tres meses en una cabaña de Tennessee. La idea de pegar la cámara a una tabla de madera para representar a espíritus malignos fanatizó a los amantes del género y le permitió realizar una trilogía con su amigo y protagonista, Bruce Campbell. Costó u$s375.000 y recaudó u$s29.400.000
El mariachi (1992): Robert Rodriguez, amigo de Quentin Tarantino, juntó parte del dinero necesario probando medicamentos experimentales. Utilizó una silla de ruedas para mover la única cámara y simuló los impactos de bala con preservativos rellenos de líquido rojo. Cuando la terminó, quiso venderla al mercado del video, pero no tuvo éxito. Finalmente Columbia Pictures compró la obra y gastó más dinero en la promoción que lo que había costado filmarla. El presupuesto fue de u$s7.000 y recaudó u$s2.000.000
Actividad Paranormal (2007): Oren Peli redecoró su propia casa, contrató a la pareja protagonista por 500 dólares cada uno, les dio pocas líneas de diálogo y filmó en diez días un found footage de terror. Paramount pagó 350.000 dólares por los derechos con la idea de quedarse con la historia y hacer un remake con actores famosos. Sin embargo, la versión original se estrenó en pocas salas y provocó una fortuna. Creó una saga de cinco partes. Costó u$s15.000 y recaudó u$s190.000.000
Halloween (1978): la película anterior de John Carpenter, Asalto en el distrito 13, le gustó tanto al productor Moustapha Akkad que decidió darle el triple de presupuesto para un rodaje de 20 días. Aprovechó el vestuario de los propios actores y se compró una careta de 1,98 dólares del Capitán Kirk de Star Trek para pintarla de blanco hasta conseguir un rostro inexpresivo en el psicópata Michael Myers. Costó u$s325.000 y recaudó u$s47.000.000
La noche de los muertos vivientes (1968): con la idea del libro Soy leyenda, George A. Romero creó un villano con cucharadas de chocolate para sustituir la sangre (el filme es en blanco y negro). Fue destrozada por la crítica y se le atribuyeron todos los males del mundo mientras la taquilla reventaba. El Wall Street Journal dijo que fue la película más vista en Europa durante 1969. Costó u$s114.000 y recaudó u$s30.000.000
Pi (1998): Darren Aronofsky pidió a sus familiares y amigos que le prestaran 100 dólares con la promesa de devolverles 150 a cada uno si su historia resultaba un éxito. El thriller de planos acelerados sobre la obsesión de un matemático por el número Pi fue obra de culto casi al instante y se convirtió en un DVD de venta constante. Costó u$s60.000 y recaudó más de u$s3.000.000
Mad Max (1979): el australiano George Miller trabajaba como médico de urgencias cuando decidió probar suerte con la cámara y pensar un futuro apocalíptico de motorizados salvajes. Mel Gibson se presentó al casting luego de una fiesta y en un estado lamentable para llamar la atención de Miller, quien primero le dio un papel secundario pero al verlo limpio y prolijo semanas más tarde concluyó que debía tener el rol protagonista. Pese a que en EEUU sólo recaudó 8 millonesde dólares, arrasó en el resto del mundo. Costó u$s350.000 y recaudó u$s100.000.000