, también porque hubo una
extrema en cuanto a su duración. Asimismo
, en los 26°6 quedando atrás los registros de máxima promedio de 31°3, que databa de 1975, y de mínima media de 20°5, que se repitió en 1989 y en 1994.
. Aunque se han registrado olas de calor desde 1911 en el distrito, en la última década no sólo se observaron aumentos en los registros de las temperaturas mínimas sino también que cada año ocurre, por lo menos, un episodio con mínimas mayores a 22° y máximas por encima de los 32 grados centígrados.
Uno de los factores que favorecen la aparición de olas de calor en el norte y el centro de la Argentina es la actividad atmosférica intensa en el sur de Brasil. Y apuntó que esto pudo favorecer la ocurrencia de incendios como los que sucedieron en Tornquist o en Claromecó, en territorio bonaerense.
La situación extrema de calor se debe principalmente al dominio de altas presiones en niveles medios y altos de la atmósfera que impiden el avance de masas de aire más frías desde el Sur. A este tipo de eventos se los suele denominar «bloqueo atmosférico» y cuanto mayor es su persistencia mayor es la incidencia en la ocurrencia de situaciones meteorológicas extremas.
Cabe destacar que según el reporte del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático para el área metropolitana de Buenos Aires el aumento de la temperatura media anual estimado sería del orden de los 0°5 C para la década 2020-2029, con respecto al período 1961-1990, según informa el diario La Nación.
El nivel del mar subió 0,19 metros desde 1901 hasta 2010 y podría crecer entre 26 y 82 centímetros para fines del siglo XXI, un rango mayor que el previsto en el informe de 2007, que estimaba un crecimiento de entre 18 y 59 cm. El fenómeno amenaza ciudades costeras. También se pronostica un aumento de lluvias y sudestadas.