La ampliación del Canal de Panamá se enfrenta a un posible nuevo retraso después de que este miércoles el consorcio encargado anunció que suspenderá la obra en 21 días si no recibe u$s1.600 millones por sobre los costos, lo que las autoridades panameñas tildaron de "presión" inaceptable, e, incluso, hablaron de asumir el proyecto.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) dijo este miércoles que legalmente "la intención de suspensión" expresada por el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) "no implica una terminación o abandono del proyecto", pero que si eso llegara a suceder, "pondrá en acción los mecanismos del contrato que le permiten completar la obra", sin más precisiones.
Así respondió el administrador de la ACP, Jorge Quijano, al preaviso que envió este miércoles el GUPC, que a href="http://www.sacyr.com/syv/Door.do?OPERATION=portalGrupo&FUNCTION=8&locale=es" rel="noopener noreferrer" lidera la española Sacyr/a, anunciando que suspenderá dentro de 21 días las obras de ampliación si sus reclamos económicos no son honrados por las autoridades panameñas.
El consorcio argumentó que cumplir con sus requerimientos "supondría la alternativa con menor coste y menor tiempo posible de ejecución" de las obras de ampliación, que iniciaron en 2007, y se prevé que estén listas en junio de 2015, nueve meses después de los estipulado en el contrato.
El GUPC, que además Sacyr integran la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, ha dicho que el retraso registrado hasta ahora se debe, principalmente, al rechazo reiterado por parte de los técnicos de la ACP de la mezcla de cemento que debía usarse en el vaciado de las estructuras de las nuevas esclusas del Canal.
En un comunicado enviado este miércoles a la agencia EFE, el consorcio culpó de los retrasos y sobre costos derivados a la administración de Quijano, que "ha fallado en el cumplimiento de sus obligaciones recogidas en el contrato, como la inexactitud de la información proporcionada al consorcio para ejecutar el proyecto".
También acusó a Quijano de, supuestamente, hacer "todo lo que está en su poder para evitar la resolución de las diferentes disputas y reclamos".
"Por todo ello, GUPC reitera que no puede continuar una obra en la que se proyecta en u$s1,6 billones en sobre costos, que son responsabilidad del empleador (...) y a pesar de que GUPC ha remitido diferentes propuesta específicas, ACP ha rehusado discutirlas hasta la fecha", agregó el comunicado del consorcio.
Pero la autoridad panameña respondió que, sin importar "qué tipo de presión se haga", la ACP mantiene la "exigencia de que Grupo Unidos por el Canal respete el contrato que ellos mismos aceptaron y firmaron".
El contrato establece "claramente tres instancias de resolución" de reclamos, dos de las cuales "son decididas por terceros", destacó la autoridad panameña.
Según el contrato, el contratista puede presentar su reclamo en primera instancia ante la ACP, si no se resuelve puede acudir a la Junta de Resolución de Conflictos (DAB, por sus siglas en inglés), y como última instancia, apelar a un arbitraje internacional.
El GUPC se adjudicó el proyecto de ampliación por un valor global de u$s5.250 millones, de los cuales, u$s3.118 millones corresponden al contrato para la construcción de las nuevas esclusas.
El consorcio ha presentado a lo largo del tiempo varias reclamos económicos, uno de ellos en 2012 por u$s585 millones fue rechazado por la ACP, por lo que el consorcio apeló a la DAB.
En diciembre pasado, el GUPC presentó a la ACP otro reclamo, por u$s850 millones, según informó a la prensa local Quijano, quien entonces dijo que dada la complejidad del mismo "tomará bastante tiempo resolverlo".
En esa ocasión, Quijano se quejó de que el GUPC buscaba la manera de negociar fuera de contrato reclamos millonarios, y aseveró que la ACP estaba con capacidad de asumir las obras de ampliación en caso de que el consorcio abandonara el proyecto.
Por su parte, el Frente Nacional por la defensa de los derechos económicos y sociales de Panamá (Frenadeso), dijo este miércoles en una declaración pública que había avisado desde el inicio sobre la "estafa de la ampliación" del Canal de Panamá.
"La incertidumbre e interrogantes aumentaron con el acto de licitación, cuando el GUCP se adjudica el contrato con 1.700 millones por debajo del precio establecido por la ACP. Sabíamos que se trataba de un acto de juega vivo, pues el consorcio buscaría vía adendas y otras reclamaciones por sobre costos recuperar lo que faltaba con creces", indicó Frenadeso.
El programa de ampliación del Canal registra un avance total del 72%, mientras que la construcción de las nuevas esclusas un 65%, informó este miércoles la ACP.
La ampliación consiste en la construcción de un tercer juego de esclusas, que añadirán un tercer carril para el tránsito de buques con capacidad de hasta 12.600 contenedores, casi el triple de lo actual.