La Navidad de los cristianos está de luto en Irak. "Dos bombas estallaron en un mercado de Dura lindante con una iglesia matando a 38 personas e hiriendo a 56", precisó Saad Maan, vocero del ministerio de Interior iraquí.
"El ataque tenía como objetivo la iglesia, y la mayoría de mártires (víctimas mortales) son cristianos", declaró antes un coronel de la policía. "Tuvo lugar -agregó- en el momento en que los fieles abandonaban la iglesia" tras asistir a la misa de Navidad, horas antes de que el papa Francisco pronunciase su primera bendición Urbi et orbi. En ella, el sumo pontífice pidió, entre otras cosas, por el fin de las guerras y la violencia en Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana.
Los atentados "desvirtúan la imagen del islam y de la religión, si se cometen en nombre de la religión", señaló monseñor Pios Cacha, de la iglesia San José de Bagdad. "La Iglesia es un lugar de amor y de paz, no hecho para la guerra", añadió.
Cacha había declarado este año que los cristianos "seguirían quizá los pasos de sus hermanos judíos", en referencia a esta comunidad que casi ha desaparecido de Irak. La población cristiana de Irak quedó reducida a la mitad desde el inicio e la guerra en 2003..
Según las estimaciones, de los 1,5 millones de cristianos que vivían en Irak en 2003 se pasó a menos de 500.000.
En Irak son frecuentes los enfrentamientos entre insurgentes y tropas extranjeras. La comunidad cristiana quedó entre dos fuegos y también fue blanco de la violencia.
El ataque más sangriento contra los cristianos se produjo el 31 de octubre de 2010, cuando 44 fieles y dos sacerdotes murieron en el ataque a la Iglesia Nuestra Señora de la Salvación, en Bagdad.
La ira de la comunidad sunita, que se queja de ser objeto de una campaña represiva del Gobierno dirigido por los chiítas, ha sido un factor clave en esta espiral de violencia.