Mucha gente se llamaba Jesús en los tiempos bíblicos. En realidad Yeshua, versión corta del nombre Yehoshua. Según un artículo que reproduce la revista Slate, los arqueólogos han desenterrado más de 70 tumbas de la época con ese nombre que, en su versión corta, aparece además unas 30 veces en el Antiguo Testamento y en referencia a cuatro personajes diferentes. Uno de ellos, por ejemplo, es un hombre que acompaña a antiguos prisioneros de Nabucodonosor de regreso a Jerusalén (libro de Esdras 2:2).
En la versión larga, Yehoshua, el nombre aparece cerca de cien veces aunque casi todas en referencia al mítico conquistador que hizo caer las murallas de Jericó. Pero su nombre fue "traducido" como Joshua (Josué) y no como Jesús.
La explicación, según Brian Palmer, autor del artículo, es que Jesús es una transliteración griega del nombre original. Como el Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego y no en hebreo como el Antiguo y los griegos no usaban el sonido sh, los redactores de los Evangelios lo sustituyeron por la s.
Más tarde, las primeras versiones romanas del nombre pusieron la "I" en vez de la "Y": Iesus. Del mismo modo que el padre de Jesús era llamado Iosef. Más tarde los ingleses remplazaron la "I" por la "J".
Pero el Antiguo Testamento fue traducido directamente del hebreo en el que fue redactado, sin pasar por el griego. Es por ello que los Yehoshua o Yeshua son llamados iJoshua /ien inglés y iJosué/i en castellano. Pero se trata del mismo nombre.
¿Y cómo llamaban a Jesús sus contemporáneos? Ya que el Jesucristo actual es una combinación de Jesús y iCristo/i, palabra de origen griego que quiere decir "ungido" y que fue agregada al nombre con posterioridad a la muerte de Jesús. Lo más probable, dice Palmer, es que el Nazareno fuese llamado Yeshua Bar Yehosef o Yeshua Nasraya, es decir, Jesús, hijo de José o Jesús de Nazaret, respectivamente.