a href="http://www.infobae.com/lugares/israel-a110" rel="noopener noreferrer" Israel/a registra un incremento "de los intentos de a href="http://www.infobae.com/temas/atentado-a4033" rel="noopener noreferrer" atentado/a", dijo el premier Netanyahu, quien reveló que durante 2013 las fuerzas de seguridad lograron neutralizar al menos 150 ataques.
El domingo 22 de diciembre, a poco más de un año del último atentado en un autobús, el pánico de un ataque terrorista volvió a calar profundo en Israel. En las primeras horas de la tarde, en un vehículo de la compañía Dan, línea 240, en Bat Yam -no lejos de Tel Aviv-, explotó una mochila escondida detrás de un asiento en la parte posterior del vehículo.
No hubo que lamentar víctimas, pero podría haber sido una tragedia. Sólo la rapidez de reflejos de un pasajero, que dio la alarma, y la pronta reacción del chofer, que hizo descender a los pasajeros, evitó lo peor.
La dinámica del episodio no está clara todavía, pero un vocero de la Policía habló de "un ataque terrorista" basándose en el examen de los explosivos hallados en la escena.
El atentado -según análisis de algunos columnistas periodísticos- podría reflejarse en el fatigoso camino de las tratativas de paz entre palestinos e israelíes.
Según el jefe de la Policía, Yohanan Danino, "el incidente de Bat Yam muestra el hecho de que la amenaza del terrorismo está detrás, especialmente en estos días, cuando están en curso intentos por encaminar los coloquios de paz".
En la noche, Moshir al-Masri, un responsable de Hamas, facción islámica en el poder en Gaza, -citado por Ynet- se mostró complacido por la bomba en el autobús y puntualizó que esto demuestra "la habilidad de la resistencia" de penetrar en el interior de Israel. Luego advirtió que "estaría bien para Israel comprender que no conocerá estabilidad alguna por todo el tiempo que los palestinos viven en la inestabilidad".
El balance del atentado del domingo se debió a la rapidez de un pasajero que, sospechando de la mochila escondida, avisó con celeridad al chofer.
A bordo del vehículo -que une Bnei Barak, barrio ortodoxo, con Bat Yam, ambos no lejanos de Tel Aviv-, viajaban en ese momento 12 personas. El chofer, Michail Yuger -considerado ahora un héroe-, frenó el autobús e hizo descender con prontitud a todos y luego avisó a la policía.
Hasta el momento no está clara la dinámica de la explosión: algunos medios de comunicación dicen que el paquete fue hecho explotar, en un modo controlado, por un equipo expertos de la Policía que llegó al lugar.
Otros, como el diario Haaretz, sostienen, en cambio, -citando testigos- que la explosión tuvo lugar cuando la policía estaba alejando no sólo a los pasajeros ya descendidos del autobús, sino también a otros peatones.
El informe de la fuerza pública no hizo mención de heridos, pero Ynet aclara que existe un herido no grave por el estruendo de la deflagración.
El último atentado en Tel Aviv ocurrió en el curso de la ofensiva israelí contra Gaza -luego del repetido lanzamiento de cohetes hacia Israel-, en noviembre del año pasado. Era el último día del conflicto y un paquete explosivo golpeó el autobús 142, a dos pasos del ministerio de Defensa, en pleno centro de la ciudad. Los heridos, en aquella ocasión, fueron 28, y un árabe-israelí, a comienzos del mes en curso, se declaró culpable de haber colocado la bomba por motivos políticos.