Miles de bolivianos celebraron en La Paz cuando vieron cómo despegaba en China el cohete que llevó al espacio el primer a href="http://www.infobae.com/temas/satelite-a3483" rel="noopener noreferrer" satélite/a que su país puso en órbita.
Ancianos y jóvenes agitaron banderas de Bolivia cuando un locutor terminó la cuenta regresiva y presenciaron la explosión del cohete a través de una pantalla gigante ubicada en el centro de la capital.
Los fuegos artificiales estallaron en la Plaza de Armas, frente a las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, donde el gobierno de Evo Morales instaló una tarima para que el vicepresidente Alvaro García, varios ministros, jefes militares, policiales, dirigentes indígenas y empleados públicos siguieran el evento.
En un país donde el 60% de la población vive en la pobreza y gran parte sobrevive con un salario mínimo de 158 dólares mensuales, el lanzamiento del satélite Tupac Katari se vivió como una epopeya.
Diego Camacho, de 11 años, miraba sorprendido la secuencia del viaje al espacio e intentaba entender de qué se trataba. "Va a ser muy bueno para Bolivia. Vamos a tener Wi-Fi más rápido", declaró a la agencia AFP.
Desde el centro de mando en Xichang, un locutor del canal estatal relató todo lo que ocurría en el sitio, donde se encontraban el presidente Evo Morales y varios ministros. En tanto, una banda militar de la Fuerza Aérea boliviana hizo su parte con música típica.
El vicepresidente Alvaro García, en diálogo con periodistas, aseguró que este será un primer satélite y que el Gobierno planea lanzar un segundo, aunque aún sin fecha determinada. Anunció que en el futuro comprarían un satélite para prospección minera y petrolera.
El Tupac Katari (TKSAT-1), para el que Bolivia invierte 300 millones de dólares, alcanzará su órbita estacionaria definitiva (a 36.000 km de altitud) dentro de unas dos semanas y empezará a operar en marzo de 2014. El nombre se debe a un guerrero aymara del siglo XVIII que combatió la dominación española.
Con 5,3 toneladas de peso, 2,36 metros de largo y 2,1 metros de ancho, tendrá una vida útil de 15 años y mejorará los servicios de comunicación e internet de Bolivia, además de brindar asistencia en teleducación y telesalud, especialmente en áreas rurales.