"Microjusticia": para que los derechos dejen de ser un lujo

Desde el 2010, una fundación con ese nombre brinda apoyo jurídico en barrios carenciados de Capital y Conurbano. La directora de esta iniciativa habló con Infobae acerca de la historia de la organización y algunos de sus casos más conmovedores

Natalia Bohdan
Natalia Bohdan

Luego de que un grupo de idealistas abogados argentinos se toparan hace algunos años atrás con la historia de la ONG Microjusticia, una organización que brinda apoyo jurídico a personas con bajos ingresos en países como Perú, Uganda y Bolivia, no hubo duda en ellos: querían replicar esa iniciativa.

"Como idea, nace en el 2009, cuando una de las fundadoras conoce lo que es Microjusticia internacional, que tiene sede en Holanda, y se le ocurre que podía ser de gran ayuda una organización así en Argentina. Reclutó a varios amigos y casi un año después, Microjusticia Argentina ya era una realidad", cuenta Bárbara Aubert Casas, una abogada recibida en la UBA que comenzó como voluntaria y ahora es la directora ejecutiva del proyecto.

Conformada por jóvenes letrados trabajando ad honorem, los principales tareas a las que se aboca este emprendimiento tiene que ver con la regularización de personas excluidas socialmente, con el objetivo de que este ingreso a la vida formal se convierta en el primer paso para poder salir de esa situación de marginación, ya sea con la obtención de documentación personal o el cobro de pensiones, créditos o subsidios.

"Tenemos muchos casos de chicos y adultos que no fueron inscriptos al nacer y no tienen DNI, o sus partidas de nacimientos tienen errores. Son muchos quienes vienen a vernos también porque sus jefes se los pidieron para poder blanquearlos y nosotros los ayudamos en todos los trámites", explica Aubert Casas, quien más adelante narra orgullosa uno de los casos más recientes en el que trabajaron.

"Reinalda es una mujer de más de 40 años, con hijo y nietos. Cuando le diagnosticaron cáncer, solo pudo recibir la primera sesión de quimioterapia, porque al no tener DNI, no le asignaban las siguientes dosis. Al mismo tiempo, el hospital no le daba el alta médica, por lo cual no podía tramitar personalmente su identificación", cuenta Aubert Casas.

"Nosotros nos contactamos con las autoridades e hicimos todo para que pueda tener su documentación, y ahora con el DNI en trámite, Reinalda ya puede seguir batallando contra su enfermedad para ponerse bien", finaliza la historia esperanzada la joven abogada.

Natalia Bohdan

Al momento de comenzar, el emprendimiento recibió el apoyo de FIE Gran Poder, filial argentina del reconocido grupo financiero boliviano especializado en otorgar microcréditos, que les cedió un escritorio en sus oficinas de La Salada y Once, donde este solidario grupo de profesionales recibe hasta el día de hoy las inquietudes de todos los vecinos que necesitan ayuda legal. Además, voluntarios recorren los barrios para informar a los habitantes de sus servicios de asesoría, todos gratuitos.

Al tratarse de una ONG que no recibe financiación estatal, Microjusticia depende en un 100% de la generosidad de donantes particulares, quienes entran a su página web y realizan una colaboración mensual con su tarjeta de crédito por doce meses, por montos que van desde los 30 pesos en adelante.

"Nuestro lema es que quien tuvo la oportunidad de acceder a una educación, ya sea pública o privada, tiene el deber de ayudar a los demás. Aunque solo pueda hacerlo unas horas a la semana, ese pequeño esfuerzo puede modificar la vida de muchas personas", reflexiona Aubert Casas.

Para saber más acerca de Microjusticia y enterarse cómo poder colaborar, a href="http://www.microjusticiaargentina.org/" rel="noopener noreferrer" visitar su página web/a.