El dólar libre se negoció con un alza de cinco centavos, a $9,75, mientras que el dólar oficial se transó dos centavos arriba, a $6,34 en casas de cambio y bancos del microcentro porteño, para operaciones autorizadas por la AFIP. La brecha entre ambas cotizaciones se amplió a 53,8 por ciento.
Pesos sobrantes, pese a las necesidades por las fiestas de fin de año y compromisos empresariales como el pago del medio aguinaldo, eran dirigidos al
dado el ritmo de devaluación que impone el Gobierno.
El dólar
que surge de las operaciones de arbitraje con títulos públicos y acciones, se pacta a
, al considerar un promedio de las principales acciones argentinas operadas en Wall Street, como YPF, Grupo Galicia, Telecom y Tenaris.
El
, cotización que se utiliza para las operaciones de comercio exterior, se negoció con ligera alza, a
, un máximo histórico. Según los analistas, la tendencia alcista continuará en estos rangos, a la espera de la llegada de más divisas.
Operadores estimaron que el Banco Central intervino con ventas por unos 100 millones de dólares sobre el inicio de la rueda, pero que logró recuperar más tarde con el ingreso de una cifra similar por parte de la petrolera estadounidense Chevron (la compañía sumó u$s400 millones en las últimas cuatro ruedas).
El volumen negociado ascendió a u$s385 millones en el mercado de contado (spot) y a u$s376,30 millones en el de futuros, en una rueda con regular liquidación de divisas por parte del sector agroexportador.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informó que el monto liquidado desde comienzos del año hasta el 13 de diciembre ascendió a u$s22.504,3 millones, 0,9% más que en similar lapso de 2012.
El dólar avanza por una mayor demanda, que se sostiene pese a los controles cambiarios desde el Banco Central, que regula una abundante liquidez estacional para orientar el valor de la moneda en el mercado mayorista. Las
del
, en tanto, se estabilizaron en las últimas jornadas y alcanzan los
. En tal sentido, los ingresos extra de los sectores petrolero, agrícola y minero dieron alivio al Banco Central, que la semana pasada logró sumar divisas a las reservas internacionales por primera vez desde julio.
El Banco Central lanzó la semana pasada un bono atado al dólar para incentivar a los agricultores a vender la soja que tienen almacenada, una multimillonaria fuente de divisas para un Gobierno ávido de fondos para mantener el nivel de reservas.