Josip Simunic no podrá jugar en Brasil 2014 por revivir un grito nazi en medio de la euforia de la selección croata por regresar a la Copa del Mundo. Esta acción irresponsable fue condenada por la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) ante el pedido del propio gobierno de Croacia.
"La Comisión (Disciplinaria) conoció que el futbolista, acompañado del público presente en el estadio, lanzó a viva voz el saludo croata utilizado durante la Segunda Guerra Mundial por el movimiento fascista Ustase", indicó la FIFA en el comunicado, que consideró el saludo "discriminatorio" y "ofensivo de la dignidad de un grupo de personas".
"Por una clara infracción del art. 58, apdo. 1a) del Código Disciplinario", el máximo organismo del fútbol mundial decidió aplicarle a Simunic la suspensión por 10 partidos oficiales, por la que ni siquiera podrá concurrir a los estadios.
La selección balcánica había sellado el boleto al Mundial frente a Islandia, cuando el polémico defensor tomó el micrófono del estadio y exclamó un conocido lema de los ustachis, los fascistas pro-nazi croatas de la Segunda Guerra Mundial. "Za dom" ('Por el hogar'), exclamó varias veces Simunic, a lo que miles de personas del público respondían con "Spremni" ('listos').
Los ustachis lideraron el Estado Independiente Croata, un territorio de la Alemania hitleriana donde fueron asesinados judíos, serbios y disidentes políticos, entre 1941 y 1945.
En medio del debate y la polémica nacional, el propio Simunic, un australiano de origen bosnio-croata, minimizó el incidente: "Como croata nacido en el extranjero, la palabra 'hogar' la asocio con amor y calor, y no con odio y destrucción".