"Apenas pasaron las elecciones y ya están planteados una nueva devaluación del Bolívar y el aumento de la gasolina y la electricidad. Factores que sin lugar a dudas afectarán fuertemente la inflación, ya que el desastre económico continúa profundizándose, y las medidas del Gobierno pretenden tapar los síntomas a trancazo limpio sin atacar para nada las causas de la inflación y el total estancamiento de la economía y la producción nacional", denunció Borges, según cita Noticiero Digital.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, admitió este lunes que el Estado "paga" para que su población consuma gasolina, generando pérdidas anuales de unos 12.600 millones de dólares. "Tenemos que dar una discusión nacional de si ha llegado el momento o no de cobrar la gasolina. En este país no se paga por gasolina, Petróleos de Venezuela (estatal PDVSA) paga para que echen gasolina", afirmó en rueda de prensa Ramírez, también vicepresidente del área económica.
En el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, un litro de gasolina de 95 octanos vale 0,097 bolívares, o su equivalente de un centavo y medio de dólar por litro a la tasa oficial y menos de 2 milésimos de dólar por litro a la tasa del mercado negro. Sin precisar qué nuevos precios se podría cobrar por la gasolina, Ramírez explicó que en PDVSA se discute la posibilidad de "recuperar los costos de producción" que oscilan entre 2 y 2,7 bolívares por litro (entre 30 y 45 centavos de dólar) por litro.
"Maduro y sus enchufados no han parado de repetir una supuesta victoria aplastante el 8D, con números que ni siquiera el CNE oficialista se ha atrevido a validar, demostrando la enfermiza necesidad del Gobierno de intentar convencer a los suyos de una realidad que no existe. La verdad es que existe un rechazo mayoritario y contundente a la situación actual del país, que lamentablemente no se vio reflejado en los votos del 8D, y eso tiene que llevarnos a una profunda reflexión como país sobre el rumbo que tenemos que continuar para salir de este desastre al que nos están llevando", afirmó Borges.
Para Borges, Maduro se recostó en "un show electorero grotesco que para nada cambió la percepción de fondo de los venezolanos sobre la crisis económica, social y política del país, pero sí tuvo algún impacto en la movilización de los electores, permitiendo un resultado que no refleja para nada el rotundo rechazo de la inmensa mayoría de los venezolanos ante un Gobierno nefasto, corrupto e incapaz".
Para reforzar su visión, citó el último estudio del IVAD, que revela que 2 de cada 3 venezolanos evalúa negativamente la situación actual que sufre el país. De hecho, un 62% califica la gestión de "mala" y sólo un 37% la cataloga de "buena". Apenas un 18% considera la situación con los niveles de "buena" o "muy buena", mientras el 49% del país la califica en los niveles de "mala" y "muy mala".
"Al ver estos números que se registraron a muy pocos días de las elecciones municipales, resulta evidente que los resultados en términos de votos no reflejaron para nada el sentimiento mayoritario de un rotundo rechazo por parte de los venezolanos a la grave situación que padecemos", agregó.