Obama - Castro: el saludo que desató reacciones en todo el mundo

La Casa Blanca relativizó el gesto del presidente norteamericano, mientras que políticos y medios de comunicación ensayaron sus propias interpretaciones y conclusiones tras el histórico apretón de manos

Reuters
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Este martes diversos líderes de todo el mundo se congregaron en el estadio Soccer City de Johannesburgo para rendir homenaje al fallecido ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela. Si bien la figura de Madiba fue, indudablemente, el centro de la escena, también hubo tiempo para analizar ciertas cuestiones que sucedieron a lo largo del homenaje. El saludo entre Barack Obama y Raúl Castro se llevó todos los flashes, pero, a su vez, también dejó un sinfín de interpretaciones.

¿El presidente norteamericano saludó a su homólogo cubano simplemente por respeto? ¿Hay algún mensaje cifrado detrás del gesto conciliador? A pesar de todas las suspicacias, lo cierto es que la imagen recorrió el mundo e inmediatamente se sucedieron todo tipo de opiniones al respecto.

Durante una audiencia en la Cámara baja, en Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, intentó despejar cualquier tipo interpretación posible. "El presidente estuvo en un funeral internacional, y no eligió quién asistía", esbozó el funcionario de la Casa Blanca.

En esa línea, y según consigna El Mundo, Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, también relativizó el saludo. "Haberse negado a saludar a Castro habría quedado como un gesto corto de miras y completamente opuesto a la generosidad de espíritu de Mandela", reflexionó Shifter.

No obstante, el especialista reconoce la predisposición de Washington de recomponer sus relaciones con La Habana, aunque aclara que no será algo sencillo. "La Administración Obama está abierta a mejorar las relaciones con La Habana, y este gesto meramente simbólico subraya esa apertura, pero aún queda un largo camino antes de que se pueda hablar de un deshielo significativo", aseguró Shifter.

AP 163

Por su parte, quien no tomó con agrado el saludo entre Obama y Castro fue John McCain, candidato republicano en las elecciones presidenciales de 2008, en las que cayó ante el ex senador de Illionis.

"¿Por qué habría de saludar a alguien que mantiene americanos en prisión? ¿Cuál es el sentido?", reprochó el senador de Arizona. Y emparentó el gesto con el apretón de manos que mantuvieron Neville Chamberlain y Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

En cambio, el senador Marco Rubio, también republicano, no juzgó la actitud del presidente de los Estados Unidos, aunque manifestó que podría haber sacado mayor provecho del encuentro. "Si el presidente iba a saludar a Raúl Castro, debería haberle preguntado sobre las libertades básicas que identifican a Mandela y son prohibidas en la isla", exclamó Rubio.

Asimismo, los distintos medios norteamericanos también se hicieron eco de esto, y dejaron ciertas interpretaciones en el tintero. The New York Times, por su parte, plantea en qué medida esto puede afectar a futuro al presidente de los Estados Unidos.

"El embargo no se va a acabar mañana"

En ese sentido, apunta que un saludo como el de este martes entre Obama y Castro podría significar un potencial problema para el mandatario, tal como ocurrió en 2009, cuando fue duramente criticado por el sector republicano por haber saludado al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.Sumado a esto, el acuerdo con Irán y las otras cinco potencias occidentales por el programa nuclear de Teherán tampoco fue bien visto por ciertos sectores del Congreso.

Asimismo, según publica el matutino, este gesto se podría traducir como el primer paso hacia un destrabe de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, algo a lo que muchos cubanos-americanos se opondrían fervientemente.

Si bien es cierto que los Estados Unidos y Cuba han flexibilizado en cierto modo su relación, en parte por la mayor cooperación en la interdicción de drogas, rescates en alta mar y la planificación para los casos de derrame de petróleo, Geoff Thale, encargado del programa de Cuba en la Oficina sobre América Latina en Washington, sostuvo que se trató de "una señal modesta, pero positiva".

"No creo que la gente deba andar leyendo demasiadas cosas en esto; el embargo no se va a acabar mañana", agregó Thale, según consigna El Nuevo Herald.

Por último, a pesar de que la misma Casa Blanca intentó relativizar lo sucedido, el ex presidente norteamericano Jimmy Carter sostuvo que espera que esto haya sido "un presagio del futuro".