La presidente Cristina Kirchner encabezó este martes por la tarde un acto en el Museo del Bicentenario para celebrar los 30 años del regreso de la democracia, del que participaron los ex presidentes Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá. Eduardo Duhalde y Carlos Menem no estuvieron presentes, pese a que el Gobierno les cursó una invitación.
Tras entregar el premio Azucena Villaflor de De Vincenti al cantautor español Joan Manuel Serrat, la jefa de Estado pronunció un discurso en el que se refirió a los saqueos que se registraron en los últimos días en distintos puntos del país, así como a las protestas policiales. Y defendió la decisión de llevar adelante las celebraciones pese al pedido de líderes opositores para que se suspendan: "Tomé la decisión de llevar adelante este acto en honor, como decía Serrat, a los que pelearon y cayeron, y a los que no pelean más, a los que no pelearon, a todos".
La mandataria desestimó la idea de que los actos de vandalismo hayan sido espontáneos. También rechazó las versiones de que existió un efecto contagio. "Por contagio son las paperas, la varicela o la rubeola. Pero algunas cosas que pasan en la Argentina no son por contagio, son por planificación con precisión quirúrgica", lanzó.
Ante un auditorio en el que se mezclaron militantes afines al Gobierno con radicales (Ricardo Alfonsín asistió al acto en representación de su difunto padre), Cristina llamó a "ratificar hoy más que nunca la democracia frente a los violentos, a los que quieren instalar el miedo en la gente, frente a la conmoción que provoca ver escenas que consternan y algunas que avergüenzan". Y agregó: "Ver gente en saqueos en autos o 4x4 no conmociona, sino que avergüenza a todos los argentinos".
La Presidente consideró que "de la misma manera" que en los últimos 30 años las fuerzas de seguridad nacionales se fueron reinsertando en la sociedad, "hay que hacer lo mismo" con las policías provinciales, hoy protagonistas de numerosas protestas en varios distritos. "No significa no reconocer derechos o negar realidades, pero significa condenar la extorsión por parte de quienes portan armas para defender la sociedad", dijo, al tiempo que lamentó los relatos de gobernadores sobre supuestas zonas liberadas para que se cometan ilícitos.
Tras mencionar que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, está procesado por el desalojo de una protesta en la General Paz ocurrida en 2012, la mandataria pidió que la Justicia tome acciones contra quienes por estos días protagonizan desmanes. "La sociedad debe condenar y la Justicia, juzgar. Porque para eso está la división de poderes", señaló.
"Creo que el homenaje a la democracia es llamar a las cosas por su nombre, es rescatar los valores y lo que hemos logrado, saber que estas cosas no suceden por casualidad, suceden porque se quiere desgastar los valores de la democracia, que la gente piense que es mejor vivir de otra forma", indicó. "Todos sabemos que no hay un efecto contagio, que hay instigación política (...) quieren instalar el miedo para ganar con la inseguridad".
En su discurso, Cristina resaltó la figura de Raúl Alfonsín, a quien dijo que cuando lo oyó hablar el 10 de diciembre de 1983 le recordó a Juan Perón. Asimismo, definió aquella época como "la Argentina de la democracia en libertad condicional".
Por último, destacó los avances y logros de las últimas tres décadas y se congratuló de que en 2014 se vaya a sancionar la unificación del Código Civil y Comercial, elaborado por una comisión de expertos y promocionado por el Poder Ejecutivo. "Vamos a discutir, porque no somos cerrados", prometió en relación a las críticas de opositores por la manera en que el proyecto tuvo media sanción en el Congreso.
uCristina, en público /u
Tras la ceremonia que se realizó en el Museo del Bicentenario, la mandataria se mostró en el escenario que se montó en el frente de la Casa Rosada. Se trató de la primera aparición ante un público masivo desde que retomó la actividad luego de su convalecencia.
Ocurrió minutos antes de las 21. Cristina apareció acompañada de artistas en momentos en que el grupo Choque Urbano, junto a una banda de granaderos, interpretó el himno nacional, a cuyo término hubo fuegos artificiales.
Mientras se proyectaban imágenes sobre la fachada del edificio, ante la multitud que colmó la plaza, la Presidente también bailó durante unos minutos al compás de música de murga. Estuvo allí durante más de 15 minutos, lapso en el que además tocó algunos instrumentos con el grupo.
El festival en la Plaza de Mayo comenzó a las 15 y en la agenda figuraban las presentaciones de reconocidos músicos, como León Gieco, el Chaqueño Palavecino, Kapanga, Horacio Guarany, Gustavo Santaolalla, Man Ray y Cacho Castaña.