Las elecciones municipales que se celebran este domingo 8 de diciembre en Venezuela cobraron un significado político especial. Hay mucho más en disputa que las 335 alcaldías y los 2.435 consejos municipales. Luego del ajustado resultado electoral que obtuvo Nicolás Maduro al ser elegido presidente en abril, con una diferencia de 1,49 puntos sobre Henrique Capriles, estos comicios servirán para medirles el pulso a las fuerzas políticas del país.
"Con estas elecciones, el chavismo está buscando una legitimidad que está siendo cuestionada por la oposición; mientras que la oposición trata de conseguir más poder y de contrarrestar el que tiene el PSUV", indica a Infobae el director de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Fermín Toro, Germán Aponte. "Los venezolanos le están dando una gran importancia a esta elección", agrega.
Por su parte, el politólogo José Rafael Mendoza, que dirige el Observatorio Político Venezolano, considera que, como en los últimos comicios la brecha entre el oficialismo y la oposición se cerró, un triunfo del PSUV le daría al Gobierno "aceptación, estabilidad y legitimidad". "El Gobierno ha enfocado el proceso electoral como un reto; mientras que la oposición lo ha planteado como un escenario de plebiscito", señala.
¿Qué sucede si la oposición obtiene una victoria sobre el Gobierno? Aponte subraya que las elecciones no implicarán la salida de Maduro del poder, pero aclara que un triunfo de la oposición sí puede dar una "plataforma" con miras a las elecciones parlamentarias de 2015 y la posibilidad de convocar a un referéndum revocatorio dentro de tres años. "Tiene que cumplirse primero la mitad del período presidencial, pero este sería un primer factor que determinaría ese punto de la agenda política", acota el coordinador de la Federación Venezolana de Ciencias Políticas en Lara, Yosbert Vázquez.
Un triunfo de la oposición impulsará un referéndum revocatorio
¿Y qué ocurriría si los resultados favorecieran al Gobierno? "Así como una derrota sería una bofetada, una victoria le daría un empuje fundamental a las políticas gubernamentales, en especial, a las medidas económicas", responde Mendoza. "Si la sumatoria favorece al chavismo, la oposición, a pesar de su gran fuerza electoral, acentuará su desmoralización y se abrirá una etapa de cuestionamiento y crisis de su liderazgo", predice, por su lado, el politólogo Miguel Manrique, coordinador de la especialización en Procesos y Sistemas Electorales de la Universidad Central de Venezuela.
De acuerdo con las proyecciones de distintas encuestas, el chavismo ganaría en la mayoría de las alcaldías, sobre todo en las rurales, pero en las principales ciudades el triunfo pertenecería a la oposición. "La oposición apenas tiene 27 alcaldías; aunque es una baja representación, el número de votantes que concentran estos municipios es importante", remarca Vázquez, que estima que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) podría obtener entre 70 y 90 alcaldías en total. "En número de votos, parece que es reñido", añade Mendoza.
No obstante, para Manrique, es un error partir de la sumatoria de los votos municipales para realizar un "análisis político realista de carácter nacional". "La alta abstención, siempre presente en los comicios municipales, opacará el supuesto impacto político en la correlación de fuerzas nacionales", explica.
En ese sentido, si bien las encuestas vaticinan un participación récord en comparación con otros comicios municipales, Aponte advierte que el voto opositor es "muy temperamental", por lo que está el riesgo de verse desmotivado ante el contexto de crisis y no ir a votar: "Si la gente sale y vota, como está proyectado con un 75% de participación, la oposición va a tener un triunfo muy importante. Pero si no es así, el chavismo va a arrasar".