El mal funcionamiento de la telefonía celular revirtió la tendencia decreciente del uso de teléfonos fijos que se registró en los últimos dos años.
Según datos de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) difundidas por el Indec, entre mayo y agosto de 2013 hubo un crecimiento en la cantidad de llamadas realizadas desde esos aparatos. El número pasó de 855,7 millones de llamadas desde líneas fijas en el mes de mayo a 928,3 millones, en agosto. Es decir, un 8 % más.
Al mismo tiempo, las quejas de los usuarios de telefonía encabezan el ránking de reclamos de la ciudadanía. Las comunicaciones se cortan, los celulares pierden señal, y las facturas son cada vez más costosas.
"Este incremento es muy importante y es una demostración más de la caída de calidad de las comunicaciones entre celulares", explicó el ex secretario de Comunicaciones Henoch Aguiar al diario Clarín.
Este crecimiento en el uso de los teléfonos fijos en el país es altamente significativo, explicó el especialista, porque en la Argentina –a diferencia de lo que ocurre en otros países–, la tarifa plana en telefonía fija no es lo más común, de modo que cada llamada que haga el usuario se verá reflejada en su factura, aunque el costo de la telefonía fija es mucho más bajo que el de los celulares.
Las empresas de celulares ofrecen todo tipo de promociones, llamadas gratuitas entre teléfonos de la misma compañía, doble o triple recarga, club de beneficios y entradas a espectáculos sin cargo. Lo que no pueden lograr hasta el momento es brindar un buen servicio.
Aguiar explicó que en una comunicación entre celulares, la calidad del servicio puede verse deteriorada en dos tramos: en el de emisión de la llamada y en el de su recepción. Pero si al menos uno de los dos teléfonos es fijo, se eliminan la mitad de esos riesgos.
El Gobierno advirtió en varias oportunidades a las compañías por el mal funcionamiento y exigió que se hagan inversiones para mejorar el servicio. Las redes que existen en la actualidad no dan abasto para un parque de teléfonos que creció en cantidad e incorporó un gran número de celulares inteligentes. Sobre todo si se tiene en cuenta que el número de equipos registrados en el país supera a la población. Las operadores argumentan que no se hacen las inversiones necesarias por los obstáculos que les ponen los municipios a la hora de autorizar nuevas antenas y dicen que ayudaría que el Gobierno licitara frecuencias.