Tras vivir 27 años en prisión, Nelson Mandela se transformó en un ícono de la política mundial. Sus ideas de integración e igualdad fueron los principales métodos para derogar el apartheid, una ley impuesta desde 1948 que tenía como principal objetivo evitar el voto de la raza negra.
En 1994 se convirtió en el primer presidente sudafricano de color, y una de sus principales medidas fue reunirse con el capitán de los Springboks, Francois Pienaar. "El deporte tiene el poder de cambiar al mundo, la capacidad de inspirar y unir a las personas de un modo que pocos consiguen", había dicho luego de aquel encuentro. Una escena que se plasmó perfectamente en la película Invictus, protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon.
Hasta ese momento, el rugby era considerado el juego de los blancos, de los adinerados, de la clase alta... por lo tanto, la mayoría de la población negra estaba en contra de su selección. Sin embargo, en el partido correspondiente a las semifinales del certamen, en el que Sudáfrica derrotó angustiosamente a Francia, se produjo un quiebre. Ese día, la victoria fue festejada por todo el país, por un pueblo unificado que se entusiasmaba con la consagración, hecho que sucedió en el partido decisivo ante Nueva Zelanda. Sin dudas, la final de la Copa del Mundo de 1995 quedará en la memoria como el evento deportivo que unificó las razas de un estado que se había encontrado dividido durante un tiempo prolongado.
Por ese
entonces, el argentino Hugo Porta había sido nombrado por Carlos Menem como
embajador extraordinario en el país sudafricano. "A mí me tocó restablecer
las relaciones diplomáticas entre ambos países. Fue un honor. Lo acepté porque
creía que podía aportar algo. Tuve la posibilidad y el privilegio de vivir los
cuatro años de transición y el cambio fundamental del país que es Sudáfrica
hoy", afirma uno de los mejores jugadores de rugby de la Argentina.
Además,
en su análisis el ex Puma no duda en asegurar que "Mandela ha tenido una
inteligencia privilegiada. Se dio cuenta de que el deporte podía producir un
sentimiento de unidad entre los sudafricanos. Un ejemplo de ello y de la
unidad que quería fue el mensaje que él manda entrando en la final de la Copa
del Mundo con la camiseta número 6 de los Springboks, que era un emblema
blanco".
Finalmente,
en materia futbolística, vale la pena recordar lo ocurrido en la fiesta
inaugural de Sudáfrica 2010, a la que el dirigente no pudo asistir por
cuestiones de salud, pero grabó un video en el que emocionó a todo el planeta. "La
generosidad del espíritu humano puede superar todas las adversidades", fue
una de las frases más recordadas de uno de los mandatarios más reconocidos de
la historia.