Ciudad de los Santos Reyes del Valledupar. Costa del Caribe colombiano. Ahí tendría que estar, mientras se escriben estas líneas, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Al menos, ahí tenía pensado estar.
Un De la Sota meditabundo, con mirada perdida, espera en el aeropuerto de Panamá poder tomar su vuelo rumbo a una Córdoba incendiada. La imagen que dio vueltas por internet en las últimas horas, con el gobernador con la misma ropa con la que hoy salió a hablarles a los medios y una bolsa del freeshop, quedará como postal de sus 24 horas más difíciles.
El gobernador cordobés pisó suelo colombiano para llegar hasta Valledupar, una pintoresca ciudad de 400 mil habitantes, en el medio del paraíso caribeño, para participar de la edición 73 de la Cumbre de Gobernadores que se inauguró hoy, y que se desarrollará bajo el título: "Agricultura, Minería y Medio Ambiente: Equilibrio necesario para el Desarrollo Regional". De la Sota era el único mandatario argentino invitado pero no iba a ser el más importante: en Colombia se encuentra ex primer ministro británico Tony Blair, que será recibido en Valledupar por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y gran parte de su gabinete. El británico hablará sobre descentralización administrativa. La cumbre de gobernadores es un evento que reúne, año a año, a los 32 gobernadores colombianos, pero que esta vez sesionará en manera conjunta con Organización Latinoamericana de Gobiernos Intermedios, de la cual De la Sota forma parte y estaba invitado junto a mandatarios provinciales de Ecuador y México.
Valledupar es cálida todo el año. Tranquila y cuna del vallenato, uno de los estilos de música que identifican a Colombia en el mundo. Todas las miradas de la prensa de ese país están hoy ahí. Uno de los temas a tratar en la agenda en la cumbre de Gobernadores era la discusión sobre campañas contra el narcotráfico, y a eso apuntaba De la Sota, en el medio de la crisis institucional de su provincia, impulsada por el narcoescándalo en el que se descubrieron negocios de la cúpula policial con narcotraficantes.
Por la urgencia de la crisis, De la Sota tuvo que volver a Córdoba vía Panamá; su provincia ya no era la que dejó 24 horas antes.